Grabaciones revelan análisis privados del virus en la OMS
AP
Washington Hispanic:
Mientras el coronavirus se propagaba por todo el mundo, los científicos de la Organización Mundial de la Salud se sintieron en ocasiones frustrados por los errores de algunos de sus principales donantes, aunque fueran reacios a decirlo en público, según grabaciones filtradas de reuniones internas del organismo.
La agencia de salud de Naciones Unidas, que ha sido muy criticada por no adoptar una posición más firme para frenar la pandemia, celebra esta semana su reunión anual bajo una intensa presión para que haga reformas.
La OMS también confía en que el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, revoque la decisión de abandonar la organización anunciada en junio por el gobierno saliente de Donald Trump.
Uno de los dilemas centrales de la OMS es que no tiene capacidad para imponer medidas o investigar de forma independiente las epidemias. En lugar de eso, la agencia depende de negociaciones entre bambalinas y de la cooperación de los países.
Cuando la pandemia empezó a ganar velocidad, la OMS evitó a menudo señalar a algunos de sus principales donantes, como Japón, Francia y Gran Bretaña. Los científicos de la OMS describieron algunas de sus estrategias como “macabra” y “un desafortunado laboratorio para estudiar el virus”, según decenas de grabaciones filtradas de reuniones internas de la OMS y documentos con fecha entre enero y abril a los que tuvo acceso The Associated Press.
“Al no decir lo que piensa cuando los países hacen cosas cuestionables, la OMS socava su propia autoridad mientras el planeta arde”, dijo Sophie Harman, profesora de política internacional de la Universidad Queen Mary de Londres.
Otros dijeron que sería una mala estrategia para la OMS ser demasiado crítica a menos que los países den más poder a la agencia.
“Si Tedros tomara una estrategia muy agresiva hacia los estados miembros, habría repercusiones”, dijo Suerie Moon, codirectora del Centro Global de Salud y el Instituto de Graduado de Ginebra, en referencia al director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
La vocera de la OMS Farah Dakhlallah, dijo que desde el comienzo del brote de coronavirus, “los responsables de la OMS han tenido y siguen teniendo conversaciones abiertas y honestas con sus homólogos gubernamentales (…) Estamos orgullosos de una cultura organizativa que fomenta las conversaciones sinceras”.
No es inaudito que la OMS cuestione públicamente a sus estados miembros. Amenazó con cerrar su oficina en China cuando el país ocultó casos durante el brote de SARS y criticó con contundencia a Nigeria para que dejara de boicotear la vacuna de la polio en 2003.
La reticencia de la organización a señalar a países comenzó con China, como reportó en su momento AP. Aunque Tedros se reunió en enero con el presidente de China, Xi Jinping, la información de Beijing siguió siendo escasa durante todo el mes de febrero. Maria Van Kerkhove, responsable técnica de la OMS para el COVID-19, señaló que la agencia carecía de “detalles suficientes para decir qué ha funcionado y qué no”.
Los científicos de la OMS no tardaron en expresar su preocupación por Japón. El 1 de febrero, un pasajero que desembarcó del crucero Diamond Princess dio positivo en coronavirus. En la siguiente parada del barco en Yokohama, las autoridades pusieron en cuarentena a las 3.711 personas que iban a bordo.
El responsable de emergencias de la OMS, Michael Ryan, dijo entonces a la prensa: “Tengamos cuidado de no exagerar”. Pero el 10 de febrero, el número de casos casi se multiplicó por dos en una noche.
“No es sorprendente, dada la naturaleza de la respuesta de la investigación”, dijo Ryan en una reunión interna, señalando que Japón apenas había asignado un pequeño número de epidemiólogos al caso.
El doctor Thomas Grein, responsable del equipo de gestión de incidentes graves, dijo que no habían logrado mucha información de sus homólogos japoneses, y lo describió como un asunto “muy, muy sensible”.
Aunque la OMS era muy consciente de que la situación estaba empeorando, los científicos dijeron que el brote podría ayudar a comprender cómo se transmitía el virus.
“Es desafortunado, pero una oportunidad útil de estudiar la historia natural del virus”, dijo Ryan.
A finales de febrero, el virus también se extendió por Italia, convirtiendo a Europa en el epicentro de la pandemia.
En la OMS, Grein dijo a sus colegas que los esfuerzos de la OMS por obtener más información sobre los crecientes brotes en Italia y otros lugares habían “fracasado de forma espectacular”, ante la preocupación por la falta de medidas en toda Europa.
Sin embargo, Tedros tuiteó el 8 de marzo que “el gobierno y la gente de Italia están tomando medidas audaces, valientes, dirigidas a frenar el contagio del coronavirus”.
Lawrence Gostin, director del Centro de la OMS de Colaboración sobre Ley de Salud Pública y Derechos Humanos en la Universidad de Derechos Humanos de Georgetown, dijo que la OMS debería estar obligada a reportarlo cuando los países no comparten datos, afirmando que es peligroso que la agencia “vuele a ciegas”.
La OMS también se quejó en privado de que los países occidentales estaban acaparando los escasos recursos para hacer frente a la pandemia.
“Tuvimos la terrible situación ayer con (el equipo de protección individual) en el que todos los suministros fueron requisados en Francia y perdimos acceso”, dijo Ryan a sus colegas.
Mientras los países de toda Europa aprobaban medidas de distanciamiento social y cancelaban las aglomeraciones a principios de marzo, Ryan señaló a un país que no lo hacía: Gran Bretaña.
“No hay ni un evento deportivo en Europa, y sin embargo todos los partidos de la Premier League en Reino Unido seguirán adelante”, dijo. Ryan describió la estrategia británica ante la pandemia como “problemática”, tras escuchar al responsable científico del país diciendo que el país aspiraba a conseguir la inmunidad de rebaño.
“Para que eso ocurra, cientos de miles y millones de personas mayores van a infectarse, y simplemente habrá muchísimos muertos”, dijo Ryan. Aun así, señaló que las distintas estrategias para afrontar el COVID-19 en el mundo podrían convertirse en “un enorme estudio ecológico” que permitiría a la OMS documentar lo que funcionaba.
“Es macabro en algunos aspectos, pero es la realidad”, dijo.
El papel de la OMS para detener la pandemia en el futuro dependerá en parte de la auditoría de un panel independiente. Harman, la experta de la Universidad Queen Mary, dijo comprender que la OMS cargaba con una enorme responsabilidad en los primeros meses de la crisis, pero señaló que ahora quedan desafíos aún mayores por delante.
“Creo que con la siguiente oleada de la pandemia, la hora de la diplomacia discreta ya ha pasado”, dijo.