En histórica visita oficial, Obama pide libertad en Cuba
Andrea Rodríguez
La Habana / AP
l histórico encuentro de los presidentes Raúl Castro y Barack Obama evidenció el lunes 21 las profundas discrepancias que persisten entre Cuba y Estados Unidos en temas como el embargo y los derechos humanos, a pesar del compromiso de ambos líderes por avanzar en la normalización de las relaciones..
Tras un encuentro en el Palacio de la Revolución que mantuvo la atención de un pueblo asombrado por cómo su líder era cuestionado públicamente, los mandatarios aceptaron que las diferencias entre ambos gobiernos se mantendrán, pero buscarán concentrarse en temas que los acerquen, como educación y salud. De pie y detrás de un atrio, el presidente Barack Obama anunció que le había planteado a Castro “diferencias muy serias” que su país tiene con Cuba en temas como la promoción de la democracia y la vigencia de los derechos humanos.
“El embargo va a terminar. ¿Cuándo? No estoy completamente seguro”, sostuvo Obama, quien se convirtió en el primer presidente estadounidense en casi 90 años en visitar Cuba, país con el que Estados Unidos rompió relaciones tras el triunfo de la revolución en 1959.
Castro, por su parte, lanzó duras críticas en contra del embargo impuesto por Estados Unidos que, dijo, tenía repercusiones internacionales y señaló que era el obstáculo principal que ha impedido el desarrollo económico de la isla y la normalización total de las relaciones.
El mandatario cubano elogió las recientes medidas del gobierno de Obama para relajar los controles hacía Cuba que calificó de “positivas, pero no suficientes”.
Durante la rueda de prensa, Castro pareció un poco incómodo, en alguna ocasión dijo que no sabía si la pregunta iba dirigida a él, pero cuando un periodista estadounidense lo cuestionó sobre presos políticos en Cuba, el mandatario respondió: “Dame la lista ahora mismo de los presos políticos para soltarlos. Menciónala ahora, dime el nombre o los nombres”.
Cuba liberó decenas de prisioneros como parte de su acuerdo para normalizar relaciones con Estados Unidos, y en un reporte reciente del grupo Amnistía Internacional no se menciona ningún prisionero de conciencia actual en la nación. Listas compiladas por grupos cubanos y cubano-estadounidenses registran entre 47 y 80 prisioneros políticos, aunque funcionarios cubanos describen a muchos como delincuentes comunes.
El presidente estadounidense cerró la visita histórica de dos días y medio a Cuba con una reunión con un grupo de opositores al gobierno de Castro, algo que según la Casa Blanca fue un requisito para realizar el viaje.
“Hay personas aquí que han sido detenidas, algunos en el pasado, algunas muy recientemente”, señaló Obama antes de la reunión, quien señaló que muchas veces se requiere “gran valor” para participar en actividades civiles en Cuba.
Entre los disidentes que se reúnen con Obama hay activistas, un abogado, un periodista y la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, quien cada domingo realiza manifestaciones en La Habana que regularmente terminan con detenciones por algunas horas.