Desbaratan secta explotaba y robaba a víctimas

Unas 20 personas han sido detenidas en Argentina en el marco de una investigación judicial sobre el alcance y las conexiones locales y en Estados Unidos de una organización que usaba como fachada un centro de yoga para engañar a sus clientes, explotarlos y despojarlos de sus bienes.

La policía detuvo el miércoles por la noche en las afueras de la capital argentina a Gabriel Sorkin, de 49 años, uno de los principales integrantes de esta suerte de secta que en su mayor parte ha sido desbaratada.

El supuesto cabecilla de la banda, Juan Percowicz, de 84 años y quien se hacía llamar “Maestro”, fue arrestado días atrás por orden de juez federal Ariel Lijo, quien además dispuso el embargo de decenas de propiedades y automóviles de éste y otros imputados que integraban el grupo.

Según el expediente judicial al que tuvo acceso The Associated Press, los detenidos están acusados de integrar esta organización delictiva “con rasgos de secta de naturaleza espiritual denominada Escuela de Yoga Buenos Aires (EYBA)» que operó al menos desde 2004 hasta 2022 y aparentemente se dedicaba a captar mediante engaños a personas vulnerables para reducirlas a la servidumbre y explotarlas sexualmente.

A partir del culto alrededor de su principal dirigente, el grupo habría promovido una estructura ilegal de negocios en Argentina y Estados Unidos para dar apariencia lícita a los fondos obtenidos como producto de sus actividades, “con el único fin de enriquecerse y obtener influencias y/o coberturas para sus líderes”.

Según el expediente judicial la organización contaba con una estructura jerárquica y piramidal de la que participaban aproximadamente 179 alumnos repartidos en sus sedes ubicadas en Buenos Aires, Las Vegas, Chicago y Nueva York, a los cuales se le otorgaba un rango.

En algunos casos “alumnas” explotadas sexualmente eran llevadas a Estados Unidos y también a Uruguay para atender a clientes. También fueron trasladados psicofármacos y antidepresivos.

El último eslabón del circuito económico de la secta son fundaciones establecidas en Estados Unidos para supuestamente captar nuevas inversiones e ingresar al mercado formal el dinero obtenido de forma ilegal mediante la compra de bienes inmuebles.

Para ello los líderes contaban con el asesoramiento de varios miembros de la organización que residían en el país norteamericano. Sobre tres de ellos -María Beatriz Bugari, Pablo Sinigaglia y Verónica Iácono- pesan órdenes de captura internacional pedidas por el juez argentino.

Uno de los principales denunciantes de la actividad de EYBA es Pablo Salum, de 44 años, quien fue introducido a esa organización por un familiar e hizo la primera denuncia cuando era un adolescente. Según sostiene, convirtió en esclavas sexuales a su hermana y a su madre.

La causa judicial contra los líderes de la Escuela de Yoga de Buenos Aires que se tramitó durante los años 90 fue cerrada sin condenas.

El juez Lijo investiga además a BA Group y y la Clínica CMI Abasto, otros dos centros que habrían desarrollado actividades delictivas similares a las de la escuela y formarían parte de la misma organización.