Castillo intenta autogolpe pero acaba destituido y detenido
Dina Boluarte juró el miércoles como la primera presidenta de Perú e hizo un llamado al diálogo para instalar un gobierno de unidad nacional, mientras la Fiscalía confirmó la detención del ahora expresidente Pedro Castillo por el presunto delito de rebelión por “quebrantar el orden constitucional”.
La abogada, de 60 años, asumió en reemplazo de Castillo, quien fue destituido horas antes por el Congreso “por permanente incapacidad moral”, tras anunciar el mismo miércoles por la mañana, en un mensaje a la nación, el cierre del Parlamento y la reorganización del Poder Judicial y del Ministerio Público, que lo investigan por diversos casos relacionados con corrupción.
El entonces presidente rápidamente perdió el respaldo de casi todos los integrantes del gobierno que poco después renunciaron, entre ellos el jefe del ejército, su primera ministro, el canciller y el ministro de Economía.
Al fracasar el llamado “autogolpe” –como lo califican los sectores políticos-, el expresidente buscó asilarse en la embajada de México, pero fue la propia policía peruana la que le impidió seguir su ruta en una caravana de vehículos y lo trasladó a la sede de la prefectura, donde la fiscalía le tomó su primer manifiesto.
Se supo que pasó la noche en el mismo penal donde se encuentra el expresidente Alberto Fujimori, sentenciado por diversos delitos años atrás. Ahora el Ministerio Público debate si ordena una primera detención preliminar por siete días contra Castillo.
De acuerdo a juristas consultados, al exmandatario le espera una pena de 10 a 20 años de cárcel, sólo por el delito de rebelión que se le imputa.
También por la noche, la fiscalía intervino el despacho presidencial en Palacio de Gobierno, desde donde recabó numerosos documentos, videos de las cámaras de la residencia presidencial y otros elementos que pueden servir en las siete investigaciones que se siguen a Castillo.
Su primer discurso
Mientras tanto, luego de jurar en la sede del Congreso esa misma tarde del miércoles y ya con la banda presidencial, la nueva mandataria Dina Boluarte escuchó el himno nacional y dirigió un mensaje a los presentes.
“Se ha producido un intento de golpe de Estado…. que no ha encontrado eco en las instituciones de la democracia y en la calle. Este Congreso de la República ha tomado una decisión y es mi deber actuar en consecuencia. Asumo el cargo de presidenta de la república siendo consciente de la enorme responsabilidad que me toca y mi primera invocación…. es convocar a la más amplia unidad de todas y todos los peruanos», sostuvo.
Boluarte es la primera mujer en alcanzar la presidencia en más de 200 años de nación independiente y era la vicepresidenta de Castillo desde que éste asumió el poder en julio de 2021. También había ejercido hasta hace casi dos semanas el cargo de ministra de Desarrollo e Inclusión Social.
La nueva mandataria, que domina el quechua y el español y al igual que el izquierdista Castillo tampoco tenía experiencia en cargos políticos, trabajó como funcionaria del Registro Nacional de Identificación desde 2007 hasta 2021 y no cuenta con el apoyo de una bancada en el Parlamento.
Boluarte convocó a un proceso de diálogo “entre todas las fuerzas políticas representadas o no en el Congreso” y sostuvo que «es imprescindible retomar la agenda de crecimiento económico con inclusión social, también de manera impostergable la reforma política que nuestro país requiere urgentemente”.
La nueva jefa de Estado debe completar el mandato de Castillo hasta el 28 de julio de 2026.
«Lucharé por los excluidos»
Dina Boluarte juró el miércoles ante el Parlamento como la primera presidenta de Perú en 200 años de república y convocó a una tregua entre todos los grupos políticos para sacar al país sudamericano de una larga crisis y “extirpar de raíz” el cáncer de la corrupción.
En su primer discurso ya con la banda presidencial dijo que nació en Challhuanca, una ciudad en los Andes del sureste de la región Apurímac. “Soy del país profundo, nací y crecí en un pueblito del Perú, soy la última hija de una numerosa familia, una familia que vivió en la precariedad y creció con el aprecio de mis padres”, indicó.
En consecuencia, afirmó que su gobierno se comprometía “a luchar porque los nadie, los excluidos, los ajenos, tengan la oportunidad y el acceso que históricamente se les ha negado”.
“He visto con repulsión cómo la prensa y los organismos jurisdiccionales han dado cuenta de vergonzosos actos de latrocinio en contra del dinero de todos los peruanos”, dijo en su discurso de asunción del cargo en el Parlamento frente a los legisladores que poco antes habían destituido a Castillo.
La primera mujer presidente de Perú indicó que Castillo había intentado “un golpe de Estado” que “no encontró eco en las instituciones de la democracia y en la calle”. Más temprano, había rechazado el intento de disolución del Congreso por parte de Castillo y añadió que esa decisión agravaba » la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley”.