Arauz, el candidato más joven a la presidencia de Ecuador
AP
Washington Hispanic:
Andrés Arauz, el más joven de los 16 candidatos a la presidencia de Ecuador, sale a buscar votantes con ayuda de su mentor: con una imagen en tamaño real del expresidente Rafael Correa se pasea por el país y megáfono en mano promete regalar 1.000 dólares a un millón de familias en caso de llegar al poder.
Fiel a los postulados izquierdistas, ha dicho que no cumplirá el plan de liquidez que mantiene Ecuador con el Fondo Monetario Internacional y que buscará mecanismos legales para obligar a repatriar depósitos que los ecuatorianos tienen en el exterior.
Arauz, quien cumplirá 36 años un día antes de los comicios del 7 de febrero, tiene una licenciatura en Ciencias de la Universidad de Michigan y un doctorado en Economía de la Universidad Autónoma de México. Durante el gobierno de Correa (2007-2017) se desempeñó como ministro de Talento Humano y director del Banco Central.
Hasta poco antes de su postulación presidencial vivía en México, donde hizo su doctorado, junto a su esposa y su hijo. Aunque se define como de clase media, su padre es gerente y propietario de la petrolera Universal Petroleum Services.
Sus dos principales aliados en la campaña son un pequeño camión en cuyo compartimiento de carga lleva un potente sistema de sonido y la imagen de cartón de un sonriente Correa.
“Es el candidato que ofrece replicar el modelo de Correa. Nunca le vi a Arauz hacer una propuesta nueva, innovadora. Tampoco le he visto hacer un mea culpa de temas que ese gobierno no manejó bien, que podrían mejorar o dar un giro. Entonces, lo que propone es volver al modelo de Correa”, dijo a The Associated Press el analista político Santiago Basabe, catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.
El experto agregó que, sin ser un buen candidato, “estar anclado a la figura de Correa le alcanza para tener el espacio electoral que tiene y llegar a la segunda vuelta”.
En un mitin de campaña reciente en Calderón, una populosa barriada del extremo norte capitalino, Arauz repitió sus propuestas de campaña, saludó con la mano a los vecinos y les pidió el voto. Mientras, algunos simpatizantes trataban de llegar hasta el vehículo y le gritaban “Andresito, cuenta con mi apoyo y de mi familia”.
Acerca de su estrecha relación con el exmandatario, prófugo de la justicia ecuatoriana tras ser condenado a siete años de cárcel por corrupción, Arauz ha dicho que “el presidente seré yo y el economista Correa será mi principal asesor”.
Correa vive en Bélgica desde mayo de 2017 cuando dejó el poder y ha hecho todo lo posible por seguir presente en la política ecuatoriana.
Hasta los primeros días de enero la imagen de Correa aparecía en los avisos publicitarios del partido de Arauz. Pero el Consejo Electoral las prohibió a mediados de mes alegando que el exmandatario era un sentenciado y prófugo de la justicia ecuatoriana.
Arauz ha concedido muy pocas entrevistas a los medios nacionales y en la comparecencia obligatoria de los 16 candidatos en la televisión nacional sólo repitió sus propuestas de campaña sin importar la pregunta de los conductores. El joven político lleva como compañero de fórmula al periodista y empresario Carlos Rabascall.
“Cómo no vamos a darle el voto, no ve que Correa se preocupó tanto por los pobres y les puso en su sitio a los ricos, por eso le damos el voto al señor Arauz”, dijo María Román, una ama de casa de 43 años.
Pero David Rebilla, un abogado de 33 años, opinó que “de lo que se trata es de evitar que Correa llegue el poder nuevamente a través de un emisario para volver a convertir a Ecuador en un centro de corrupción regional. Sus seguidores dicen que hizo mucha obra, eso es cierto, pero de mala calidad y todas con escandalosos sobreprecios, con corrupción”.
Arauz es auspiciado por el movimiento Centro Democrático y organizaciones sociales de indígenas y mujeres que han conformado la alianza Unión por la Esperanza que acoge a muchos seguidores de Correa que abandonaron su viejo partido, Alianza País, del que el exmandatario se separó.
Durante las últimas semanas Arauz ha encabezado las encuestas de intención de voto con su plan de gobierno de 11 páginas que resume sus propuestas para enfrentar los desafíos que le esperan, sobre todo una economía afectada desde antes de la pandemia y que empeoró con la emergencia sanitaria.
Ecuador -que habrá sufrido en 2020 una contracción económica de entre 9% y 12%- tiene un endeudamiento de alrededor de 60% del Producto Interno Bruto y un déficit fiscal de poco más de 6% del PIB.
El plan de Arauz contempla un gasto público expansivo y políticas para generar desarrollo y facilitar el acceso a los recursos productivos. También se propone restringir la competencia desleal y fortalecer los mecanismos de protección de los consumidores, la banca pública y las finanzas populares y solidarias.
A su vez busca disminuir de manera generalizada las tasas de interés, llevar a cabo una reforma tributaria progresiva para que paguen más los que más riqueza tienen e incentivar la repatriación de capitales y evitar la fuga de divisas.
A pesar de la crítica situación económica del país su propuesta bandera es la entrega de un bono de 1.000 dólares a un millón de familias en su primera semana de gobierno, lo que ha despertado gran interés en las familias pobres y preocupación por la caja fiscal.
Al menos 15 candidatos, muchos de ellos desconocidos, se han presentado a la contienda, aunque Arauz y el exbanquero Guillermo Lasso son los que poseen mayor intención de voto según los sondeos de opinión.
En caso de que el 7 de febrero ningún candidato alcance al menos el 40% de los sufragios y tenga 10 puntos de ventaja sobre el segundo más votado, se realizará una segunda vuelta electoral el 11 de abril.
El ganador sucederá a partir del 24 de mayo al mandatario Lenín Moreno, quien también fue cercano a Correa y de quien se distanció poco después de llegar al gobierno en medio de acusaciones mutuas de traición.