Hacen escultura al Mercedes-Benz para honrar a emigrantes

Los golpes de cincel resuenan en el pueblo croata de Imotski a pocos días de inaugurar su nuevo monumento: un Mercedes de tamaño natural, homenaje a miles de trabajadores que emigraron buscando una vida mejor y volvieron al volante de un coche de esa marca.

«Era un símbolo de éxito, el que tenía un coche así podía encontrar novia» o «sentarse en el primer banco en la iglesia», recuerda Ivan Topic, artífice del proyecto.

«Sigue siendo el mejor automóvil», proclama este croata de 59 años, mientras ayuda a los obreros a dar los últimos retoques a la escultura.

El Mercedes, esculpido en piedra blanca típica de la zona, es una réplica del mítico modelo W115, que aquí apodan «Minika», producido en los años 1960 y 1970.

La estatua fue presentada el sábado en este municipio del sur de Croacia, situada entre Split y Dubrovnik.

La pasión por la marca alemana es evidente en esta localidad: hay 9.000 habitantes y 16.000 coches registrados, la mitad de ellos lucen la característica estrella de tres puntas. Es la ciudad con más Mercedes por habitante del mundo… o eso afirman sus habitantes.

El Club de Mercedes de Imotski tiene 230 miembros y está presidido por Topic, que conduce un modelo de 1929. 

Desde principios del siglo XX, miles de habitantes de esta zona rural y pobre, cercana a la frontera de Bosnia y Herzegovina, emigraron en busca de un futuro mejor. Especialmente a partir de los años 1960, cuando los habitantes de la entonces Yugoslavia dejaron atrás sus hogares para buscar trabajo en Alemania Occidental.

«Se fueron con la esperanza de poder comprarse una vaca y una bicicleta. Pero en los años 1970, aquí empezaron a construirse carreteras», recuerda Topic, que vivió 18 años en Fráncfort y regresó en 1997.

Los «gastarbeiters», puesto que ya había carreteras, «compraron un Mercedes, volvieron con él, y lo dejaron aquí como legado». 

En opinión de Topic, esta marca representa el éxito, la determinación y la elegancia. 

«El que conduce un Mercedes consigue cierto estatus… Los Mercedes son algo que compramos y dejamos a nuestros hijos. Y ellos se los legarán a los suyos», afirma.