Jefferson-Wooden y Seville, los nuevos emperadores de la velocidad mundial
Domingo de emociones fuertes en el Mundial de atletismo de Tokio, con la disputa de las dos finales estelares de la velocidad, las de 100 metros, donde los oros fueron para el jamaicano Oblique Seville (9.77) y la estadounidense Melissa Jefferson-Wooden (10.61).
Ambos tienen 24 años y ninguno de los dos había disfrutado de este honor en una gran competición, por lo que Tokio 2025 marcó un giro de volante en la jerarquía del esprint.
La primera en coronarse fue Jefferson-Wooden, que lo hizo con un crono espectacular, que la sitúa ahora como la cuarta más rápida de la historia.
La atleta de Carolina del Sur, bronce el año pasado en la línea recta de los Juegos Olímpicos de París 2024, fue claramente superior en una final donde la jamaicana Tina Clayton se llevó la plata (10.76) y la campeona olímpica santalucense Julien Alfred (10.84) el bronce.
«Todo pasó en un abrir y cerrar de ojos. Nunca he sido tan feliz como ahora», dijo la nueva campeona.
La defensora del título mundial, la estadounidense Sha’Carri Richardson, fue quinta (10.94) y la leyenda jamaicana Shelly-Ann Fraser-Pryce, en su última final individual, acabó sexta (11.03).
– Jamaica gana el pulso a Lyles –
Sin tiempo para digerir lo ocurrido llegó la final masculina de la línea recta y allí Seville, con un acelerón final, se llevó la victoria con 9.77, dejando con la miel en los labios a su compatriota Kishane Thompson (9.82), que como en los Juegos Olímpicos tuvo que conformarse con la plata.
«Llevo años mostrando mi talento, ahora he enseñado al mundo que soy un campeón», celebró Seville, cuya carrera hizo vibrar en la tribuna a su compatriota Usain Bolt.
El campeón olímpico estadounidense Noah Lyles, héroe del anterior Mundial con oros en 100, 200 y 4×100 metros, se vio relegado al bronce (9.89).
Estados Unidos rompió una racha de cuatro Mundiales seguidos llevándose el oro en la prueba reina de la velocidad.
– Remontada de Gressier –
No solo Jefferson-Wooden sumó para el ‘Team USA’ este domingo, ya que Valarie Allman (lanzamiento de disco) y Tara Davis-Woodhall (salto largo) se proclamaron campeonas mundiales por primera vez, añadiendo este éxito al oro olímpico logrado hace un año en París.
Ninguna de sus victorias puede considerarse una sorpresa, como sí pasó con la del francés Jimmy Gressier, que se impuso en los 10.000 metros con un crono de 28:55.77.
El atleta de 28 años realizó un gran esprint final para superar en los últimos metros al etíope Yomif Kejelcha (28:55.83) y el sueco Andreas Almgren (28:56.02), que completaron el podio.
– Ingebrigtsen, la gran decepción –
La gran decepción del día en el estadio Nacional fue la estrella noruega Jakob Ingebrigtsen, muy mermado esta temporada por una lesión en el tendón de Aquiles y que quedó eliminado en las series de 1.500 metros, donde nunca fue campeón y donde fue plata en los dos anteriores Mundiales.
«Es la primera vez en mi vida que no me clasifico. Por supuesto, es algo muy decepcionante pero a la vez es un baño de realidad», reconoció.
Ingebrigtsen solo pudo ser octavo de su serie de primera ronda con un tiempo de 3:37.84.
Le queda ahora la baza de los 5.000 metros, donde es el defensor del título.
– Sorpresa uruguaya en maratón –
Para la historia quedó la medalla de bronce conseguido contra todo pronóstico por la uruguaya Julia Paternain, una joven de casi 26 años desconocida por el gran público y que fue tercera en el maratón con un tiempo de 2h27:23, únicamente superada por la keniana Peres Jepchirchir (2h24:43, oro) y la etíope Tigst Assefa (2h24:45, plata).
«No tenía ni idea del bronce al llegar. Creo que eso fue bueno porque así me ahorré estar pensando en que tenía una medalla y que la podía perder», reconoció la maratoniana, nacida en México de padres uruguayos, formada en el Reino Unido y residente ahora en Estados Unidos.
Uruguay no había subido nunca en su historia al podio en un Mundial de atletismo y Latinoamérica suma seis metales por ahora en Tokio 2025.
Además del bronce uruguayo, este domingo la cubana Silinda Morales y la colombiana Natalia Linares fueron bronce en disco y salto largo, respectivamente.