Porqué dar gracias en este “Thanksgiven day” 2022
El viernes pasado programé comenzar a escribir la columna semanal “Sala Cultural” el día martes 22 para que fuera publicada en el Washington Hispanic newspaper, en la edición que coincide con “El Día de Acción de Gracias”, festividad nacional que con tanto fervor se celebra en Los Estados Unidos de América, a puertas del invierno. El lunes decidí pasar una noche en paz para amanecer radiante e inspirado el martes. Y escribir sobre Thanksgiven day.
Efectivamente, el lunes 21, miré en Youtube dos capítulos de la Vida de Giuseppe Verdi, que se desarrolla en 7 capítulos dando cobertura, magistralmente, a su vida, proceso creativo de las trascendentales operas como La Traviata, Nabucco, Aida, Rigoletto, y demás, junto a la cobertura del proceso político-social de Italia cuando trataba de ser una República. Hace 3 días encontré, por casualidad, el capítulo 5 de 7 “La Traviata” y lo ví y disfruté pues amo esta obra.
Antier, con entusiasmo decidí ponerle orden a mi ansiedad y por eso comencé a ver el capítulo 1 y luego 2 que trata sobre el nacimiento, adolescencia y primera juventud de Verdi, así como su primer matrimonio y todo su afán de estudio y de identificar y fusionarse con su destino de eternidad: la música. La producción es ambientada en la época y narrada, lo cual la hace más interesante, amena e ilustrativa.
Con fascinación disfruté la Historia de Giuseppe Verdi y los detalles de su vida, puesto que por décadas vengo disfrutando de sus óperas y nunca había tenido ocasión ni curiosidad de buscar más sobre tan grande creador. Fue conmovedor saber que Giuseppe logró formar hogar con la hija de su benefactor y creó una familia: hija e hijo. Extrañamente su hija murió de repente y pocos años después su hijo, pronto su esposa. Todos de muerte natural.
En los tiempos aciagos de la muerte de sus amados, el músico aún no tenía renombre y vivía con escases económica. Pero en esos días críticos recibió un encargo de escribir la música de una ópera cuyo argumento trataba de la comicidad y el empresario le había exigido que fuera gracioso y genial en su debut para que el público lo conociera bien. La ópera cómica se estrenó y fue un desastre, habiendo sido abucheado por tan exigentes espectadores. El argumento era lúdico pero la sensibilidad del genio no pudo disimular su tristeza en la música.
A pesar de este fracaso, que lo hirió y desmotivó hasta la depresión. Verdi se replegó y dedicó tiempo a vivir su luto y dejar que reposara su agitada alma. Pero en esos momentos oscuros y dolorosos se refinó su sensibilidad: conocía del amor erótico con su esposa, del amor filiar con sus hijos, de la solidaridad del suegro, y también, conocía del dolor de ver morir a sus amados, de la angustia e impotencia del dolor de la pérdida que envolvía su hogar. Y de seguro supo de la bondad de Dios y su piedad.
Después de un tiempo prudencial, Verdi fue requerido por otro empresario, de escribir y poner en escena nuevas operas. Y poco a poco, finamente, Giuseppe fue develando su talento y creatividad, permeado por la veta sensible que el dolor-amor le había potenciado. Y esta vez sus obras fueron, una más que otras, vitoreadas y demandadas por el público, hasta el día de hoy.
Ayer martes 22, miré el capítulo 3 y 4 y se percibió la profundidad de sentimientos, alma y percepción estética de un ser humano forjado en la adversidad, el dolor y la impotencia, pero que surge y renueva a través del arte. Hablo de su música, que es ahora nuestra. Es decir, que podemos disfrutar o sufrir el cáliz depurado de su genio. He visto ya los 5 de 7 capítulos de la vida de Verdi y doy Gracias por Giuseppe Verdi.
Durante las muchas horas invertidas para escribir esta columna, he estado absorto escuchando operas de Verdi, para ser genuino en mi deseo de comunicar con mis lectores. Y así, con el telón musical de fondo de La Traviata, mi amada esposa me mira, desconcertada, y a soto voice dice: «pero si tanto te gusta la ópera “La Traviata” ¿por qué lloras cuando la escuchas?», y sin más la abracé y di gracias a Dios-energía por el amor de pareja, por la bondad femenina, por el arte universal, la trascendencia de espíritus como Verdi, Beethoven, Mozart, Tomasso Albinoni, Schubert, y otros tantos que nos ayudan a Ser, simplemente ser en el mundo del tener.
Entonces, en esta fecha especial del Día de Acción de Gracias del año 2022, demos gracias por la oportunidad de sentir, de ser empáticos, solidarios, de crecer como seres humanos, de negarnos a la masificación que envilece y estupidiza. A veces es mejor caminar en sentido contrario a los que eligieron a Barrabás en lugar de a Cristo, nuestro señor, que por amor y lealtad a sí mismo, murió en la cruz, clavado. Clavado por nosotros, la masa.
Nota: Se agradece al pintor salvadoreño residente en Annapolis, Maryland, Marvin Iraid, por autorizar publicar su pintura “Birds in Paradise”.
(*) escritor de la diáspora salvadoreña en EE.UU y Magister en Literatura Hispanoamericana de la PUCP.