La migración como eje central de «Gula», poemario de Noé Lima
Por Grego Pineda*
La inmigración en Los Estados Unidos de América es objeto de constantes sobresaltos y un tema medular en su política. La inmigración irregular proveniente de Latinoamérica en general y de Centroamérica en particular es tema grave que exacerba los ánimos y se discuten superficialidades del fenómeno, pero se desconocen o se quiere ignorar el drama humano que permea esta situación.
Sobre este tema existe mucha literatura, así como expresiones estéticas que derivan en varias ramas del arte. Todas orientadas a entender y comprender los altos riesgos que implica una travesía improvisada, miserable y de profundas raíces en el imaginario social del que está decidido a llegar a Los Estados Unidos de América, aún y arriesgando su vida.
Pero faltaba la voz del Poeta y artista plástico Noé Lima, salvadoreño que ventila sus páginas en la ciudad de Ahuachapán, su tierra natal y actual cobijo de sus luces creativas. Noé Lima no se une al concierto de voces poéticas que lo preceden. Irrumpe con su decantado poemario cuya voz no es ambigua o lastimera, sino un flamígero rayo que, si bien ilumina, también incendia, quema o desgarra.
El libro «Gula», publicado en la República de Guatemala, por Cafeína editores, como parte de su Serie poética café molido 09, tiene un hermoso diseño que se disfruta a lo largo de sus 70 páginas. La portada es una creación artística de Alberto Arzú y es una magnífica invitación para adquirirlo. Disponible a través de las redes sociales de “Cafeína Editores” y en librerías de Guatemala y El Salvador.
Leer «Gula» ha sido una experiencia reveladora del genio y agudeza del poeta Noé Lima. Es un solo poema de largo aliento, cuya estructura, a mi juicio, simboliza la concatenación de los vagones que componen “La Bestia”, el tren que transporta a la masa humana que va en pos de su pretendido “sueño americano”. «Me llaman La Bestia, / tengo un corto nombre de esperanza rota, / una fermentada arpa de quienes cantan con sus sombreros / para tapar al viento todas sus heridas».
El poema es multitemático, pero no polifónico, porque se advierte el total control de la voz poética que sin ambages denuncia y devela su profundo compromiso social e histórico con los que emigran, con las causas que los empujan a enfrentarse a “La Bestia” y torear en ella las sombras del crimen que los acecha y muerde al menor descuido. No es un poema enunciativo, es rebelde, atemperado con la muerte o mutilación y por eso es acerado y hiere con el filo de la verdad descarnada.
Pregunté a Lima sobre el leitmotiv de su libro y respondió: «los poetas tenemos un compromiso social. Muchos colegas viven en una burbuja, no tienen empatía con el sufrimiento de los centroamericanos, nuestros compatriotas; pero ante ese silencio, he aquí mi grito: “Gula”, como obra de arte grotesca, que trata de darle voz a quienes han sido triturados por “La Bestia”».
La migración humana es un tema sensible en los tiempos que corren, de dolorosa cotidianidad en muchas partes del mundo. Fenómeno que no se logra comprender con una visión única y mucho menos explicarse desde una perspectiva sustentada en viejas interpretaciones. La migración rompe esquemas sociales, políticos y económicos, a la vez que destruye ilusiones y mutila familias y personas.
Y la universalidad del tema lo comprende muy bien Noé Lima, por eso su libro «Gula» asume la voz y tono antropológico y aspira a refractar el Drama Humano más allá del viaje buscando una quimera. La capacidad de abstracción de Lima, con diestro uso del idioma se eleva sobre su propio planteamiento de “La Bestia”, y reflexiona sobre la condición de Bestia que tenemos los Humanos en sí, es decir, precipitados en los instintos de reproducción y sobrevivencia.
La voz poética se eleva y desde el Sinaí de su inspiración arde para abrazarnos «con las mejillas cariadas de tanto duelo / en las que cabe todo el dolor del mundo, / o de la gacela rota en los maizales / que huye como mi alma / por el ataque de las maras, / el narcotráfico, / la delincuencia común, / la ponzoña del fuego cuando arde el mediodía / en la mordida canina de cada dedo cuando se reza / y se cruzan las manos para no ahogarse entre los ríos».
Al final de tan intenso poemario concluí que: la Gula de La Bestia es la que nos engulle y sacrifica en nuestra condición primaria y desnuda la pretendida civilidad, esa que hace más patéticas nuestras aspiraciones de mudar hacia nuevos horizontes, si ya hemos nacido en el límite de una existencia condenada a los apetitos del tren de las ilusiones, con la certeza que colisionará contra la realidad que nos resistimos aceptar.
Foto de Noé Lima es del fotógrafo artístico Andrés Viana.
(*) Magister en Literatura Hispanoamericana, escritor, Abogado y Notario salvadoreño.