Allison Kokkoros: “Venga a la Escuela Carlos Rosario y realice sus sueños”

Allison Kokkoros cumplirá en agosto ocho años como directora ejecutiva (CEO) de la Escuela Internacional Carlos Rosario, donde empezó a trabajar hace veinte años, y ahora se siente satisfecha de la labor realizada y, sobre todo, por haber superado con éxito los dos años de una pandemia que impactó a todo el país y al mundo.

“Desde el principio de esta pandemia hemos hecho todo en nuestro poder para asegurar que ninguno de nuestros alumnos se quede atrás”, señaló en una entrevista exclusiva con Washington Hispanic. “Hemos servido a más de tres mil alumnos adultos durante la pandemia y distribuido más de dos mil laptops entre ellos. También trabajamos con la Oficina de Asuntos Latinos de la Alcaldesa de Washington, para organizar clínicas de vacunación y brindar talleres de educación para enfrentar el virus. Aparte de ello, entregamos casi tres mil cajas de alimentos a miembros de la comunidad…, en fin, ¿qué no hemos hecho?”, añadió con evidente orgullo.

Y en estos días, Allison Kokkoros dice estar lista para una nueva y productiva jornada anual.

“En abril y mayo, nuestros programas de formación de certificación de carrera están organizando sesiones de información”, anunció, para luego invitar a la incorporación de nuevos estudiantes:  “Si usted está interesado en obtener una certificación profesional como auxiliar de enfermería; en artes culinarias; como asistente de enseñanza bilingüe; en tecnología, o en la construcción, inscríbase a través de nuestra lista de interés hoy”.

Para ello dijo que basta con visitar el sitio web de la escuela en www.carlosrosario.org, “y poner su nombre en la lista de interés de nuestra escuela para recibir información actualizada y recordatorios sobre nuestra próxima inscripción para el año escolar 2022-2023”.

La escuela Carlos Rosario se jacta de haber servido a más de 70 mil inmigrantes y estudiantes adultos a lo largo de su historia de 40 años. “Anticipamos que decenas de miles más se beneficiarán en los próximos años del acceso a la educación y el apoyo único y de alta calidad que la Escuela Carlos Rosario ofrece”, dijo su directora ejecutiva.

En todo momento ella resaltó la labor “del equipo de la escuela”, como llama a su personal educativo, “que ha estado trabajando bien duro, y dando su esfuerzo con todo su corazón por nuestros alumnos”.

Emocionada, recordó que “muchos de nuestros 250 empleados, cuando recibieron su cheque de estímulo del gobierno federal, inmediatamente los entregaron al fondo de emergencia que habíamos creado para nuestros alumnos”.

“El personal de empleados de nuestra escuela están cien por ciento comprometidos con nuestra misión, con nuestros alumnos, con la comunidad inmigrante de Washington DC y dan su mayor esfuerzo”, destacó.

Allison Kokkoros no se cansa de repetir que la misión de la Carlos Rosario “es única y clave, y consiste en proveer educación de alta calidad, entrenamiento de carreras y servicios de apoyo, lo que significa empoderar a los inmigrantes adultos para hacer realidad sus sueños, incluso en esta época de pandemia, mientras al mismo tiempo fortalecen la economía de la comunidad”.

En dos edificios

Más adelante, se refirió a diferencia de hace años cuando era solo una escuela, ahora la Carlos Rosario cuenta con un sistema de dos grandes edificios, en lugares diferentes de DC y con cursos diferentes en cada uno de ellos. En el más antiguo se dan cursos como inglés inicial y GED (Desarrollo Educativo General), y el nuevo es para carreras y entrenamiento de inglés muy avanzado para prepararlos para la universidad. Y en las dos sedes se les prepara para el trabajo.

“En efecto –dijo la CEO de la Carlos Rosario-, estamos apoyando a los estudiantes a prepararse y ellos están aquí viendo las habilidades y herramientas que necesitan para competir, obtener mejores trabajos, adquirir fluidez en el uso de una computadora portátil y en el internet, para poder solicitar puestos de trabajo y conseguir recursos para sus familias y abogar por ellos mismos”.

También dio a conocer que el año pasado 298 alumnos de la escuela, completando sus estudios en inglés y logrando certificación de carrera como auxiliares de enfermería, profesionales culinarios, profesionales de tecnología y certificaciones para ser maestros. “Incluso en esa cifra estuvieron alumnos que obtuvieron el diploma de la escuela secundaria y también la ciudadanía estadounidense”, manifestó.

Clases en pandemia

La directora ejecutiva de la Carlos Rosario no dejó de referirse a los cambios que debieron hacerse en la escuela para continuar las clases en los dos últimos años.

“No hemos de brindar clases y para ello tuvimos que reinventar nuestro modelo de enseñanza para ofrecer tres modos de instrucción, híbrido, para la mayoría de los estudiantes, exclusivamente virtual y también presencial.

“Más del 60 por ciento quisieron el modo híbrido. A ellos les gustan las clases en persona y tener esa conexión, pero muchos tienen dos o tres trabajos y no pueden estudiar en persona los cinco días a la semana. Con el modo híbrido pueden hacerlo dos o tres días en persona, para tener esa importante conexión con sus maestros y compañeros de clases, y dos días virtuales a la semana, que son clases muy estrictas, porque ellos tienen muchas tareas”.

Apoyo de la comunidad

La directora ejecutiva afirmó que este trabajo no lo hacen solos. “Hemos recibido ayuda de muchos y estamos totalmente agradecidos a quienes nos dan ese apoyo a la escuela y a nuestros alumnos en esta época”, dijo, “pero siempre necesitamos más ayuda”. En ese sentido, invitó a los miembros de la comunidad hispana a apoyar a los estudiantes de diversas maneras, entre las que enumeró las siguientes:

  • Contribuya con nuestro fondo de becas para estudiantes. Eso abre puertas a la oportunidad de una educación superior para un estudiante que de otro modo no lo lograría.
  • Apoyar a los estudiantes en la redacción de un currículo o una solicitud de beca.
  • Facilitar un mini-taller sobre la creación de un presupuesto personal para apoyar las solicitudes de becas.
  • Dedicar tiempo esta primavera para ser revisores de las solicitudes de becas estudiantiles de la Escuela Carlos Rosario.
  • Y también pueden facilitar un taller de entrevistas simuladas.

“Al final, pedimos a todos, que se unan a nosotros en nuestro compromiso de hacer que nuestros estudiantes inmigrantes se conviertan en parte de todo lo que nuestra gran ciudad tiene para ofrecer en cuanto a empleo y todos los beneficios que están disponibles para los residentes de Washington, DC”, dijo.

Para poder enviar una contribución puede hacerlo al enlace de la página web de donaciones: https://www.carlosrosario.org/get-involved/donatenow/

UN GRADUADO EJEMPLAR

Allison Kokkoros afirma saber de muchos casos de egresados de la Carlos Rosario que han trabajado en diferentes empleos durante la pandemia. Se refiere especialmente a uno de ellos, quien se graduó del programa de enfermería. Este es su testimonio:

“Su nombre es José. Él estaba al comienzo de la pandemia tomando un solo día de descanso semanal en el Washington Hospital Center. Pero cuando le tocó descansar dijo, ‘No, no puedo dejar de trabajar’. Es que muchos de sus colegas habían adquirido el COVID. Por lo que él repitió, ‘No, no puedo descansar, tengo que estar al lado de los pacientes, porque ellos no tienen a nadie, están allá muy solos, y por lo menos voy a estar junto a ellos’. Y cumplió su palabra. Ahora está trabajando y ascendiendo en la carrera que decidió seguir. Resulta que muchas veces nuestros alumnos que están trabajando en ese hospital o en otros, descubren que son los únicos en el piso donde trabajan que habla español. Ellos se encargan de llevarles palabras de consuelo y fortaleciendo su espíritu”, dijo.