Dos grupos reclaman control de la organización hispana LULAC

Dos facciones de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) reclaman el control administrativo de la organización hispana de derechos civiles más antigua del país, y los analistas legales dicen que la disputa probablemente se resolverá en los tribunales.

Sin embargo, líderes comunitarios y gremiales de toda la nación pidieron a ambos grupos a deponer sus rivalidades y posibles ambiciones, en busca de la unidad, tan necesaria para la defensa de los derechos civiles de los inmigrantes.

En reuniones simultáneas el 21 y 22 de octubre en Dallas y Washington, DC, las dos facciones intentaron tomar el control, destituyendo a los miembros de la junta y nombrando a nuevos dirigentes en puestos clave.

Luego de las reuniones enfrentadas, ambos grupos enviaron comunicados de prensa alegando ser los representantes “legítimos y legales” de la organización. De esa manera, se extendió el limbo legal que arrastra a LULAC desde finales de julio, luego de las fallidas elecciones para un nuevo presidente durante su convención anual en Puerto Rico.

Reuniones en Dallas

En reuniones en Dallas el 21 y 22 de octubre, los miembros de la junta directiva rescindieron el contrato de la directora general Sindy Benavides y cinco miembros fueron destituidos, incluida Ralina Cardona, vicepresidenta nacional de la región Noreste, quien cuestionó a Domingo García, presidente de LULAC. El grupo en Dallas desestimó la acusación de juicio político contra García.

También fueron expulsados de la directiva Elsie Valdes-Ramos, Ivonne Quiñones, Andrés Rodríguez, Linda Chávez y Pablo Martínez, quien al mismo tiempo fue expulsado de la organización.

“LULAC solo hay uno, estamos a cargo de la oficina nacional, de todos los fondos, y tenemos la mayoría de la junta directiva. LULAC continúa enfocándose en los derechos civiles de los latinos”, dijo García, elegido presidente de la organización en 2018.

Reunión en DC

Simultáneamente, en la misma fecha, el grupo disidente votó en Washington DC para destituir a García como presidente nacional de LULAC y del Instituto Nacional de LULAC, mientras Cardona fue nombrada en su lugar. También votaron para confirmar a Benavides en el cargo, además de aprobar otros nombramientos.

Cardona, que vive en Nueva York, fue elegida vicepresidente nacional de la región suroeste en 2018.

En un comunicado emitido el 22 de octubre bajo el sello de LULAC Institute, Inc., el grupo en DC afirmó que “García ya no es presidente de LULAC y no representa a LULAC en ninguna capacidad, ni es miembro de la Junta Directiva”. En ese mismo documento, caracterizaron la reunión de Dallas como un “evento no oficial”.

En los últimos días se conoció la preocupación de varios líderes de organizaciones comunitarias y de derechos civiles hispanas, que tratan de mediar en estos hechos de divisionismo.

Sus gestiones se desarrollan en hermetismo, pero coincidieron en que la unidad debe prevalecer sobre el divisionismo.

Mientras tanto, podría ser necesaria la intervención de los tribunales y una nueva audiencia está programada para el lunes 31 de octubre a las 9 a.m., en la corte de Dallas, Texas.