Debate de aborto en Indiana atrae a manifestantes y a Harris
Miles de personas enfrentadas por el derecho al aborto rodearon el Capitolio de Indiana y llenaron sus pasillos el lunes, mientras los legisladores estatales empezaban a considerar una propuesta republicana para prohibir casi todas las interrupciones del embarazo en el estado. La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, criticó ese esfuerzo durante una reunión con legisladores demócratas.
En su viaje a Indiana, Harris señaló que la propuesta para vetar el aborto es un reflejo de la crisis sanitaria en el país. A pesar de que el proyecto de ley prohíbe la interrupción del embarazo, los activistas antiaborto se presentaron ante un comité legislativo para alegar que la norma no era lo suficientemente estricta y que carecía de fuerza para su aplicación.
Indiana es una de las primeras legislaturas estatales gobernadas por el Partido Republicano que debate el endurecimiento de la ley del aborto luego de que la Corte Suprema federal anulase el mes pasado el caso Roe vs Wade. Se espera que la decisión del alto tribunal lleve a casi la mitad de los estados del país a vetar el aborto.
“Quizás algunas personas necesitan aprender cómo funciona realmente el cuerpo de una mujer», dijo Harris el lunes, despertando murmullos y risas entre los legisladores demócratas. “Los parámetros que se proponen significan que, la gran mayoría de las mujeres, en el momento en que se den cuenta de que están embarazadas, tendrán prohibido de facto el acceso a la atención sanitaria reproductiva que les permita elegir lo que ocurre con sus cuerpos».
Los choques entre los manifestantes a favor y en contra del aborto surgieron periódicamente en los alrededores del Capitolio estatal. Una persona con un cartel con la frase “El parto forzoso es violencia” siguió a un hombre que portaba un feto rojo falso en una bolsa de plástico sobre el hombro y trató de ocultar su cartel, en el que podía leerse “Salven a nuestros bebés”.
Por otra parte, los legisladores de la mayoría republicana en Virginia Occidental se apuraban para avanzar en una norma que criminalizaría el aborto salvo en unas pocas excepciones. Un proyecto de ley presentado el lunes convierte la práctica de un aborto en un delito grave penado con hasta 10 años de cárcel. Solo prevé excepciones en caso de embarazo ectópico, de un “feto no viable médicamente” o de emergencia médica.
El gobernador del estado, Jim Justice, agregó repentinamente la ley sobre el aborto a la agenda de la Legislatura estatal para una sesión extraordinaria que él mismo convocó el lunes centrada en su plan de reducción de impuestos.
En su anuncio, Justice pidió a los legisladores que “aclaren y modernicen” la ley estatal de interrupción del embarazo tras la decisión de la Corte Suprema federal. Hace una semana, un juez de Charleston bloqueó la aplicación de la normativa estatal, de 150 años de antigüedad, alegando que las leyes promulgadas recientemente por la Legislatura estatal “entran en conflicto con la criminalización penal del aborto”.
En Tennessee, la oficina del secretario de Justicia estatal dijo que se desconoce cuándo entrará en vigor la nueva estatal, pero algunos legisladores están alertando de que el nuevo texto no contempla excepciones para las victimas de violación o incesto.
Tennessee ha estado limitando la interrupción del embarazo a la sexta semana de gestación — cuando la mayoría de las mujeres no saben siquiera que están embarazadas — desde la decisión de la Corte Suprema. La semana pasada, su gobernador, el republicano Bill Lee, se negó a responder a las preguntas de los reporteros sobre si era partidario de endurecer la normativa y eludió especialmente las relativas a la exención para las menores embarazadas tras ser víctimas de una violación.
En Wyoming, una demanda presentada el lunes por una clínica de salud femenina de Casper y otros busca bloquear la nueva ley del aborto estatal justo antes de que su entrada en vigor. La denuncia señala que la nueva normativa viola la constitución estatal con restricciones que disuadirán de buscar atención sanitaria posiblemente vital para embarazos en Wyoming, obligando a las mujeres a acudir a otros estados para someterse a procedimientos necesarios.