El Vaticano dejará de vender cigarrillos
Redacción
Washington Hispanic
l Vaticano anunció el jueves que dejará de vender cigarrillos a los empleados en su tienda libre de impuestos y su supermercado, con lo cual renuncia a unos 10 millones de euros (11 millones de dólares) anuales en ganancias.
El Vaticano dijo que el papa Francisco tomó la decisión porque “la Santa Sede no puede contribuir a una actividad que claramente perjudica la salud de la gente”. El comunicado cita un documento de la Organización Mundial de la Salud según el cual fumar causa más de 7 millones de muertes anuales alrededor del mundo.
Según “Avarizia”, un libro de 2015 basado en documentos filtrados del Vaticano, las ventas de cigarrillos aportan unos 10 millones de euros anuales al estado vaticano, su segunda fuente de ingresos después de la gasolina libre de impuestos.
El libro, sin embargo, afirma que las ventas de cigarrillo son un ejemplo de cómo el estatus libre de impuestos del Vaticano se presta al abuso.
Debido a que los impuestos a las ventas en Italia ascienden al 22%, los afortunados portadores de un carné del Vaticano consiguen acceso a una gran cantidad de productos de alta calidad a menor costo. Por ejemplo, pueden comprar alimentos, medicinas, llenar su tanque de gasolina, e incluso hacer sus compras navideñas, todo sin pagar impuestos.
Incluso pueden tener acceso a productos exclusivos como habanos, televisores de pantalla plana y vinos tan prestigiosos que el Vaticano figura constantemente como uno de los estados de mayor consumo vinícola.
En teoría, sólo empleados, pensionados y residentes del Vaticano, además de diplomáticos y miembros de congregaciones religiosas, tienen derecho a la tarjeta especial. La firma consultora Ernst & Young calculó en el 2013 que la cifra debería ser de unos pocos miles, pues el Vaticano emplea a aproximadamente 5.000 personas. Sin embargo, según la auditoría de esa firma citada en el libro “Avarizia” hay en uso 41.000 de esas tarjetas.
Según las normas del Vaticano, los portadores del carné no pueden comprar más de 80 cajas de cigarrillos al año, pero según la auditoría 278 clientes excedieron ese tope.