España celebra fiesta nacional en plena crisis secesionista
AP
Washington Hispanic
iles de catalanes partidarios de que su región permanezca en España festejaron el jueves el Día de la Hispanidad, la fiesta nacional del país, marchando por Barcelona con banderas españolas y catalanas y coreando “soy español”, en medio de una de las peores crisis políticas de las últimas décadas debido al desafío independentista de Cataluña.
Mientras tanto, en Madrid, efectivos militares y policiales desfilaron frente al rey Felipe VI a quien acompañaban políticos nacionales y regionales. Miles de personas ocuparon las aceras del madrileño Paseo de la Castellana para observar el desfile.
España aguarda una respuesta al pedido del gobierno al líder catalán, de que aclare para el lunes si ha declarado la independencia. En ese caso, Madrid amenaza con aplicar el Artículo 155 de la Constitución para suspender la autonomía regional y asumir total o parcialmente los poderes.
En Barcelona, miles de personas, algunas con el rostro pintado con los colores rojo y amarillo de las banderas nacional y catalana, marcharon a una plaza céntrica el grito de “viva España”.
La consigna de la marcha era “Cataluña sí, España también”, significando el apoyo a la autonomía de la región pero dentro del país.
Los manifestantes abuchearon a la policía regional, que según los unionistas hizo poco por impedir la realización de un referendo secesionista el 1 de octubre.
El presidente catalán, Carles Puigdemont, anunció el martes que emplearía la victoria del “sí” en el cuestionado referendo secesionista del 1 de octubre _ declarado ilegal por las autoridades españolas _ para seguir adelante con la declaración de independencia de Cataluña, pero inmediatamente suspendió el proceso durante unas semanas para permitir el dialogo y la mediación con el gobierno central en Madrid.
En una comparecencia en el parlamento estatal el miércoles, el presidente del gobierno de España, Mariano Rajoy, dijo que la respuesta de Puigdemont al ultimátum de Moncloa sería crucial para decidir los “acontecimientos en los próximos días”.
En un tuit publicado más tarde, Puigdemont dijo: “Pedimos dialogo y la respuesta es poner el Articulo 155 sobre la mesa. Mensaje entendido”.
El vicepresidente del ejecutivo regional, Oriol Junqueras, empleó también la red social para enviar un mensaje a Rajoy: «Un diálogo sincero es el ruego de la comunidad internacional y lo que espera Catalunya, no la confrontación y nuevas amenazas».
El feriado del jueves, o Día de la Hispanidad, conmemora la llegada de Cristóbal Colon al Nuevo Mundo. Las Fuerzas Armadas celebran además su día.
Los dirigentes de las 17 regiones españolas están invitados a participar en el acto pero durante años, los de Cataluña y el País Vasco, dos regiones con un importante sentimiento independentista, se ausentaron.
Varias municipalidades catalanas anunciaron que ignorarán el feriado y trabajarán como un día normal.
Unos 2,3 millones de catalanes, el equivalente al 43% del electorado de la región, participaron en el referendo. Las autoridades regionales señalaron que el 90% de los votos fueron a favor de la separación y declararon que los resultados son válidos. Los contrarios a la consulta la boicotearon.
La jornada electoral fue alterada por la violencia cuando la policía, bajo orden judicial, trató de impedir la elección. De acuerdo con un informa de Human Rights Watch difundido el jueves, la policía hizo uso excesivo de la fuerza al enfrentar a los manifestantes.
Las encuestas indican que los 7,5 millones de catalanes están divididos de manera pareja en torno a la secesión. Cataluña aporta la quinta parte de la economía española, de 1,1 billones de euros (1,3 billones de dólares).