25 años de cárcel a hombre por muerte de niño en 1979
Washington Hispanic
AP
asi cuatro décadas después de que el alumno de primer grado Etan Patz partió hacia la escuela y desapareció en uno de los casos más famosos de menores perdidos en Estados Unidos, un exempleado de una tienda que fue declarado culpable de asesinarlo fue sentenciado el martes a cuando menos 25 años de prisión.
En pocas palabras iracundas, el padre de Etan condenó al reo.
«Pedro Hernández, después de todos estos años, finalmente sabemos qué oscuro secreto tenías encerrado en tu corazón», dijo Stan Patz. «Nunca te perdonaré. El dios al que le rezas nunca te perdonará. Eres el monstruo en tus pesadillas».
Su esposa, Julie Patz, limpiaba lágrimas de sus ojos mientras atestiguaba la culminación de una larga búsqueda para responsabilizar a alguien de la desaparición de su hijo. El caso influyó en las prácticas policiales, la paternidad y la conciencia de la nación respecto a los niños desaparecidos.
Hernández, de 56 años, no miró a los Patz, no habló ni reaccionó de ninguna forma mientras recibía la máxima sentencia permitida: de 25 años a cadena perpetua, lo que significa que no podrá aspirar a libertad condicional hasta que cumpla un cuarto de siglo tras las rejas.
Harvey Fishbein, el principal abogado defensor, le dijo al tribunal que Hernández deseaba expresar su profunda conmiseración a los Patz, pero quería también decir que «él es un hombre inocente y no tuvo nada que ver con la desaparición de Etan Patz».
Hernández era un adolescente que trabajaba en una minitienda de 24 horas en el barrio de Etan en Manhattan cuando el chico desapareció en 1979, en el primer día en que se le permitió caminar solo a la parada del autobús escolar.
Hernández, quien es de Maple Shade, Nueva Jersey, fue considerado sospechoso hasta que la policía recibió una pista en 2012. Él confesó que estranguló a Etan, pero sus abogados han dicho que es un enfermo mental y que su confesión fue falsa; señalaron que apelarán la condena.
En un indicio del impacto del caso sobre los agentes judiciales y la gente común involucrada en éste, en la audiencia que acudió el martes a la sala del tribunal estuvieron el fiscal de distrito de Manhattan Cyrus R. Vance Jr., agentes de policía que trabajaron en el caso y media docena de exjurados.
Etan fue uno de los primeros niños desaparecidos cuya fotografía apareció en los envases de cartones de leche. Su caso contribuyó a una era de temor entre las familias estadounidenses, lo que hizo que padres ansiosos fueran más protectores de niños a quienes alguna vez se les permitió jugar sin supervisión en sus barrios.
«A través de esta dolorosa y absolutamente horrorosa historia de la vida real, nos dimos cuenta de lo fácil que podrían desaparecer nuestros hijos», dijo Vance, un demócrata que hizo una promesa de campaña en 2009 de que revisaría el caso si era elegido.