Sounders llega a la cima de la MLS

Washington Hispanic
AP

n el fútbol gana el equipo que hace los goles, no el que mejor juega. Un claro ejemplo de esto lo dio el Seattle Sounders, que la noche del sábado se consagró campeón de la liga profesional de fútbol estadounidense MLS, tras vencer a Toronto F.C. en su propia casa.

El portero Stefan Frei hizo paradas clave en el tiempo regular y de nuevo en la ronda de penales para ayudar a los Sounders a hacerse con su primer campeonato, al imponerse 5-4 el sábado ante el Toronto FC.

Román Torres convirtió el penal decisivo en una tanda desde los 12 pasos, después de que ambos equipos terminaran empatados 0-0 tras 120 minutos. Fue la primera final de la MLS que acabó sin goles en el tiempo reglamentario.

Luego que los remates de Michael Bradley (Toronto) y el volante uruguayo Álvaro Fernández fueron atajados, el título se definió en muerte súbita. Justin Morrow (Toronto) estrelló su disparo en el travesaño, dejando la mesa servida para Torres. El defensor panameño ejecutó con frialdad, haciéndolo con un disparo arriba y por todo el medio.

«Hace falta un poco de suerte», comentó Frei. «Afrontémoslo, los penales no son la forma más hermosa de decidir un juego y de hecho Román falló un penal ayer en el entrenamiento. Me alegro de que lo fallara ayer y no hoy».

Seattle se proclamó campeón en un partido en el que no tuvo un solo disparo a puerta, algo inédito en una final. Toronto fue el primer club canadiense en alcanzar la final de la liga.

«Todo el mundo dio todo lo que tenía, todos salieron del campo tras poner todo su corazón en el juego y esta noche no nos vimos recompensados», dijo Bradley. «Así es el deporte, así es la vida».

Tras unos anodinos 90 minutos, la prórroga ofreció más emociones, con Toronto generando más ocasiones de peligro.

Cinco minutos después de ingresar, Ricketts filtró el centro que Jozy Altidore cabeceó dentro del área. Pero el arquero de Seattle Stefan Frei saltó acrobáticamente hacia su izquierda para repeler el balón en la raya con su mano izquierda. La final se jugó con temperaturas gélidas: menos 2 grados centígrados (28 F) al inicio.