Guerrilleros atacan con drones la casa de un alcalde en Colombia

Guerrilleros disidentes de las FARC atacaron este martes con drones cargados con explosivos la casa de un alcalde y dos sedes de las fuerzas del orden en la Amazonía colombiana, informaron autoridades.

 

Los rebeldes que se apartaron del acuerdo de paz de 2016 atentaron contra la casa del alcalde de Calamar, Farid Castaño, una estación de policía y un cuartel del ejército en ese municipio del departamento de Guaviare (sur).

 

El político «se encuentra bien», aseguró en la red X el gobernador de esa región, Yeison Rojas.

 

El ministerio del Interior informó que los ataques dejaron algunos heridos, sin especificar la cifra, y daños materiales.

 

Se trata de «una grave vulneración a la seguridad ciudadana y un ataque directo contra la institucionalidad democrática y las autoridades civiles y militares del territorio», agregó la cartera en un comunicado.

 

En Guaviare y el resto de la Amazonía colombiana opera un grupo comandado por alias Iván Mordisco, un ex mando medio de las FARC que no dejó las armas tras el acuerdo de paz.

 

La Federación Colombiana de Municipios, que congrega a los alcaldes del país, sostuvo que esas disidencias son responsables de los hechos de este martes.

 

El presidente Gustavo Petro intentó sin éxito negociar la paz con este grupo dedicado al narcotráfico y la minería ilegal.

 

Los ataques con drones por parte de las guerrillas son frecuentes desde al año pasado. El ejército sospecha que les instalan explosivos de manera artesanal, técnicas que presuntamente aprendieron de «grupos terroristas» extranjeros, según explicó a la AFP la semana pasada el general Carlos Padilla.

 

Colombia presentó el viernes el primer batallón en América Latina de drones capaces de realizar operaciones ofensivas contra las organizaciones ilegales.

 

En año y medio van más de 350 ataques, que dejan 15 uniformados muertos y unos 170 heridos, de acuerdo con el ejército.

 

La violencia política se recrudece de cara a las elecciones presidenciales de 2026, cuyas campañas transcurren bajo la sombra del magnicidio de un pre-candidato de derecha.