El primer ministro de Australia reitera su posición contra EEUU en el caso del fundador de WikiLeaks
El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, dijo el martes que su gobierno se mantiene firme contra Estados Unidos en el caso contra el fundador de WikiLeaks Julian Assange, un ciudadano australiano que lucha contra su extradición de Gran Bretaña a Estados Unidos por cargos de espionaje.
El gobierno de centroizquierda de Albanese alega desde que ganó las elecciones en 2022 que Estados Unidos debería abandonar su persecución del reo de 52 años, que ha pasado cuatro años en una prisión de Londres combatiendo su extradición.
El secretario de Estado de Estados Unidos Antony Blinken rechazó la posición australiana durante una visita el sábado y afirmó que Assange estaba acusado de “conducta delictiva muy grave” al publicar un conjunto de documentos confidenciales hace más de una década.
“Entiendo las preocupaciones y opiniones de los australianos. Creo que es muy importante que nuestros amigos de aquí entiendan nuestras preocupaciones sobre este asunto”, dijo Blinken a los periodistas.
El martes, Albanese afirmó que “esto ha durado demasiado. Ya basta”.
El mandatario dijo a la prensa que las declaraciones públicas de Blinken eran similares a los argumentos del gobierno de Joe Biden en conversaciones privadas con miembros del gobierno australiano.
“Nos mantenemos muy firmes en nuestra postura y nuestros mensajes al gobierno estadounidense, y seguiremos haciéndolo”, añadió Albanese.
El asunto de la liberación de Assange está ampliamente considerado como una prueba de la influencia australiana en el gobierno de Biden. La semana pasada se comentó en las reuniones anuales bilaterales en Brisbane entre Blinken y la ministra australiana de Exteriores, Penny Wong.
Wong dijo a la prensa el sábado que Australia quería que los cargos “se llevaran a su conclusión”. Australia mantiene la ambigüedad sobre si Estados Unidos debería abandonar los cargos o llegar a acuerdo.
Assange enfrenta 17 cargos de espionaje y uno de uso indebido de computadoras por la publicación en WikiLeaks de cientos de miles de documentos diplomáticos y militares clasificados en 2010. La fiscalía estadounidense alega que ayudó a la analista militar de inteligencia Chelsea Manning a robar despachos diplomáticos y archivos militares que WikiLeaks publicó más tarde, lo que puso vidas en peligro.
Australia alega que Estados Unidos ofrece un trato desigual a Assange y Manning. El entonces presidente Barack Obama conmutó la pena de 35 años de Manning a siete años, lo que permitió su puesta en libertad en 2017.
Assange está en la prisión de alta seguridad de Belmarsh desde su detención en 2019 por incumplir la fianza en otra batalla legal. Antes de eso pasó siete años dentro de la embajada ecuatoriana en Londres para evitar su extradición a Suecia, donde se le acusaba de violación y agresión sexual. Suecia archivó las pesquisas por delitos sexuales en 2019 porque había pasado demasiado tiempo.
El hermano de Assange, Gabriel Shipton, pidió la semana pasada a Australia que aumentara la presión sobre Estados Unidos.
“Cada día que el gobierno estadounidense ignora a la población australiana sobre la libertad de Julian, queda más y más clara la posición real de Australia en la alianza”, dijo Shipton, en referencia a un tratado bilateral de seguridad firmado en 1951.