México: 39 muertos en un incendio en un centro migratorio
Migrantes que temían ser deportados incendiaron colchonetas en un centro de detención migratorio en Ciudad Juárez, en el norte de México, provocando la muerte de 39 personas, dijo el martes el presidente mexicano.
Es uno de los peores incidentes en un centro migratorio en México.
Imágenes del lugar mostraban hileras de cuerpos bajo mantas de emergencia ante el recinto del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, fronteriza con El Paso, Texas. También se veían ambulancias, bomberos y camionetas de la morgue.
El fuego comenzó el lunes por la noche en una zona de dormitorios donde “estaban alojados 68 hombres mayores de edad originarios de Centro y Sudamérica”, según un comunicado del INM.
Los heridos fueron trasladados “en estado delicado-grave a cuatro hospitales de la localidad para su atención inmediata”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que se trató de un incidente desafortunado y agregó que el director del INM ya se encontraba en el lugar de los hechos.
“Esto tuvo que ver con una protesta que ellos iniciaron a partir, suponemos, de que se enteraron que iban a ser deportados, movilizados y como protesta en la puerta del albergue pusieron colchonetas y les prendieron fuego y no imaginaron que esto iba a causar esta terrible desgracia”, declaró López Obrador.
Las autoridades investigaban la causa del incendio y solicitaron a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, una entidad oficial, que atienda a los migrantes.
Además, empezaron a trabajar con funcionarios consulares de varios países para identificar a los fallecidos.
“El Instituto Nacional de Migración rechaza enérgicamente los actos que derivaron en esta tragedia”, añadió el comunicado oficial, sin aclarar a qué acciones se refería.
Los centros de internamiento de inmigrantes han sido escenario de protestas y disturbios ocasionales, sobre todo en momentos de gran flujo migratorio y cuando las instalaciones de detención estaba más llenas. Sin embargo, no se recordaba un incidente tan letal como el del lunes por la noche.
Según la web de la ONG Sin Fronteras, que hace un seguimiento a las instalaciones migratorias mexicanas, las de Ciudad Juárez tienen capacidad para 60 personas.
En octubre, migrantes venezolanos se amotinaron en el interior de un centro de inmigración de Tijuana que tuvo que ser controlado por la policía y tropas de la Guardia Nacional. En noviembre ocurrió una situación similar en el centro de detención de Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala. No hubo muertos en ninguno de esos dos incidentes.
Ciudad Juárez es un importante punto de tránsito para los migrantes que llegan a Estados Unidos. Sus refugios están llenos de migrantes esperando oportunidades para cruzar o que han solicitado asilo en Estados Unidos y esperan a que se tramite su caso.
A primeros de marzo, más de 30 organizaciones civiles y albergues de migrantes emitieron un comunicado en el que denunciaban la creciente criminalización de los extranjeros en la ciudad, así como la existencia de “detenciones arbitrarias donde agentes municipales cuestionan sobre el estatus migratorio de las personas, las extorsionan, les rompen documentación y les roban dinero y otras pertenencias”.
La tensión de los que esperan en esa localidad se dejó sentir hace poco más de dos semanas cuando un grupo alentado por falsos rumores de que podría pasar a Estados Unidos intentó cruzar masivamente por el puente fronterizo y fue bloqueado por las autoridades estadounidenses.
La vocera del Ministerio del Exterior de Guatemala, Karla Samayoa, dijo que las autoridades mexicanas les habían informado que “al parecer 28 de los migrantes fallecidos en el incendio eran de origen guatemalteco. Ayer los habían entrevistado para retornarlos”.