Policía de EEUU recurre a datos en plataformas tecnológicas
AP
Washington Hispanic:
Cuando las autoridades de procuración de justicia en Estados Unidos necesitan información para hacer su trabajo, recurren cada vez más a las enormes reservas de datos personales creadas por las grandes empresas tecnológicas a través de los dispositivos y servicios en línea que han enganchado a miles de millones de personas en todo el mundo.
Según datos recopilados por cuatro de las empresas de tecnología más importantes, las solicitudes de información de los usuarios (como los registros de llamadas telefónicas, correos electrónicos, mensajes de texto, fotos, historiales de compras, rutas de conducción y más) por parte de las fuerzas policiales han crecido más de tres veces en Estados Unidos desde 2015.
La policía también es cada vez más astuta para cubrir sus huellas, a fin de no alertar a los sospechosos sobre su interés.
Ese es el telón de fondo de las revelaciones recientes de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos durante el gobierno de Donald Trump, primero solicitó datos recopilados por Apple, Microsoft y Google sobre miembros del Congreso, sus asistentes y reporteros durante investigaciones de filtraciones de noticias, y luego buscó órdenes judiciales a fin de impedir que esas empresas informaran a sus objetivos de que estaban siendo investigados.
Sólo durante la primera mitad de 2020 los datos más recientes disponibles, Apple, Google, Facebook y Microsoft juntos respondieron más de 112.000 solicitudes de datos de funcionarios locales, estatales y federales. Las empresas acordaron entregar algunos datos un 85% de esos casos. Facebook, incluido su servicio Instagram, entregó la mayor cantidad de divulgaciones.
Los proveedores de tecnología, especialmente las plataformas de redes sociales, ofrecen un “tesoro de información” que puede ayudar a resolver delitos, explicó el teniente Robert Salter, un supervisor de detectives en Newport, Rhode Island, una ciudad costera de 24.000 residentes.
“Todo sucede en Facebook”, afirmó Salter. “La cantidad de información que puede obtener de las conversaciones de las personas en línea es una locura”.
A medida que las personas se vuelven más dependientes de los servicios de las grandes empresas de tecnología para ayudarse a administrar sus vidas, los agentes encargados de hacer cumplir las leyes estadounidenses se han vuelto también más sofisticados en el uso de la tecnología en comparación de lo que eran hace cinco o seis años, dijo Cindy Cohn, directora ejecutiva de Electronic Frontier Foundation, un grupo de derechos digitales.