En el verano Cómo cuidar tu piel y evitar daños a futuro
Con la llegada del calor, de los días más soleados y largos, llegan también las ganas de salir y de aprovecharlos. Sin embargo, el disfrute también debe tenerse en cuenta, y parte de ello implica el cuidado de la piel.
Muchas veces, cuando los días todavía tienen temperaturas templadas, puede parecer que el sol no quema o no tiene la posibilidad de dañar, pero eso es un mito que ha sido desmentido en reiteradas oportunidades por los especialistas.
Esto puede repercutir en la falta de cuidado, es decir, muchas personas pueden pensar que no es necesario tomar los recaudos necesarios en la playa o durante las vacaciones.
¿Cuáles son los cuidados necesarios para la piel?
Los medicos señala que la rutina no debe cambiar particularmente, pero que el protector solar se constituye como un producto clave que se debe utilizar siempre. Esto significa que se debe colocar en la piel, puntualmente en el rostro, tanto al salir de casa como dentro del hogar.
Asimismo, indica que el cuidado y la limpieza de la piel son hábitos que se deben incorporar y realizar diariamente. «A la mañana y a la noche se debe limpiar la piel y todos los productos que se utilizan deben ser adecuados para el tipo de piel de cada persona», detalla la Dra. Milano Illa.
Home office y cuidado de la piel
Esta es una de las combinaciones que muchos quizá creyeron que jamás verían. ¿Cómo se relacionan el cuidado de la piel con trabajar desde casa?
El cuidado de la piel es importante durante todo el año, no solo en la época de verano.
La especialista señala que tienen una relación directa y estrecha. «Estar 8 horas frente a un dispositivo electrónico equivaldría a 20 minutos de sol intenso sin protección solar», amplía la Dra. Milano Illa.
«Este tipo de dispositivos emanan lo que se conoce como luz azul, que penetra con mucha más profundidad, pero no provoca, a simple vista, el daño que da la exposición al sol», detalla la profesional. Pero esto no significa que no provoque daños, sino todo lo contrario: los provoca, pero no se ven de manera instantánea. «Poco a poco va generando daños en la piel, que se manifiestan como manchas o pérdida de la elasticidad, por ejemplo», indica la Dermatóloga, que además es especialista en Dermatología clínica y Estética.
Trucos para que no se pele la piel
Ya verás que son rituales muy sencillos y, sobre todo efectivos. Así que tenlos muy en cuenta este verano. Ahí van:
Una exfoliación previa te ayudará a eliminar las células muertas. Así, conseguirás que la piel se renueve, pero también que se fortalezca.
- Mantenla correctamente hidratada. Si está seca, mostrará una clara tendencia a pelarse. Hazlo con una crema adecuada, pero también recuerda hidratarte por dentro bebiendo de forma abundante.
- Utiliza una crema solar adecuada a tu tipo de piel (fototipo), a la intensidad UV del sol en el momento de la exposición y al tiempo que vayas a exponerte. Lo más seguro si no te aclaras mucho con lo anterior es que la elijas con un factor de protección alto o muy alto (FPS 50 o 50+). Esta última es una cautela que debemos adoptar especialmente durante las primeras exposiciones, después podremos ir rebajando un poco el grado del factor de protección según nuestra piel vaya adquiriendo más color.
- Evita las horas de mayor intensidad solar, porque la intensidad de su radiación lo hace más perjudicial. Te recordamos que no es nada recomendable que lo hagas en la franja horaria que discurre entre las 11:00 y las 17:00 horas.
- Exponte al sol de manera gradual para que la piel vaya acostumbrándose y produciendo melanina, que es el pigmento natural que la protege y la vuelve –como ya sabrás– morena.
- El empleo de cremas aftersun que incluyan ingredientes como el aloe vera ayudarán a que la piel se calme, rehidrate y reponga tras la exposición. No hace falta que te hayas quemado para utilizar esos productos, son los más indicados para que tu piel se recupere bien tras el baño solar y evitarán en gran medida que se acabe pelando.