Unicef: No disminuye flujo de niños no acompañados

Edith M. Lederer
Naciones Unidas / AP

iles de niños que tratan de escapar de la violencia de pandillas y de la pobreza en Centroamérica se han dirigido este año a Estados Unidos, y no hay indicios de que el flujo esté disminuyendo, informó el lunes la agencia de la ONU encargada del bienestar infantil.

En los primeros seis meses de 2016, señaló la UNICEF en un informe, casi 26.000 menores sin acompañamiento de un adulto fueron aprehendidos en la frontera de Estados Unidos con México junto con 29.700 personas que viajaban en grupos familiares, mayormente madres y niños pequeños.

La mayoría de los niños migrantes provienen de El Salvador, Guatemala y Honduras, tres naciones con altas tasas de homicidio y de pobreza, agregó la UNICEF.
“Es desgarrador pensar en estos niños –en su mayoría adolescentes, pero algunos incluso más jóvenes- realizando el agotador y extremadamente peligroso viaje en busca de seguridad y una mejor vida”, indicó en el reporte Justin Forsyth, subdirector ejecutivo de UNICEF. “El flujo de refugiados y migrantes jóvenes pone de relieve la crucial importancia de afrontar la violencia y condiciones socio-económicas en sus países de origen”, agregó.
Aunque los niños sin acompañamiento que son aprehendidos en Estados Unidos tienen garantizada una audiencia en la corte de inmigración, no tienen derecho a que el tribunal les asigne un abogado.
Pero UNICEF resaltó datos que muestran que tener un abogado representa una enorme diferencia.
Una comparación de casos iniciada en 2015 mostró que hasta junio de 2016, se ordenó la deportación de 40% de niños que no contaron con representación jurídica, en comparación con 3% en el caso de niños que si tuvieron un abogado.

“Si son deportados, algunos de ellos podrían ser asesinados o violados por las pandillas de las que quisieron escapar”, señaló UNICEF.
La agencia mencionó detalladamente los riesgos de tratar de llegar a Estados Unidos en el reporte titulado “Sueños rotos: El peligroso viaje de niños de Centroamérica a Estados Unidos”. Estos van desde ser traficados, secuestrados o víctimas de bandas del crimen organizado, hasta morir en el calor del desierto.

Muchas niñas han reportado haber sido obligadas a trabajar en burdeles y bares en México y Guatemala, y la UNICEF citó un reporte de Amnistía Internacional que dice que hasta seis de cada 10 mujeres y niñas sufren violación sexual durante su travesía.