Seis cárteles mexicanos, el Tren de Aragua y la M-13 designadas como organizaciones «terroristas»
Estados Unidos designó como organizaciones «terroristas globales» a seis cárteles mexicanos, incluido el de Sinaloa, a la banda venezolana Tren de Aragua y a la pandilla MS-13, en un golpe al crimen organizado en América Latina.
El 20 de enero el presidente Donald Trump firmó un decreto que puso en marcha un proceso para declarar como organizaciones terroristas a varias pandillas y especialmente a los cárteles de la droga mexicanos, a los que acusa, entre otras cosas, de fabricar el fentanilo, un opioide sintético que causa estragos en Estados Unidos.
En un documento difundido por el Registro Federal este miércoles, pero que se hará efectivo el jueves, el departamento de Estado incluye como «terroristas» a seis organizaciones mexicanas: el cártel de Sinaloa (fundado en los años 1980 por Joaquín «El Chapo» Guzmán e Ismael «El Mayo» Zambada), el cartel de Jalisco Nueva Generación, Cárteles Unidos, el cártel del Noreste, el cártel del Golfo (también conocido como CDG, la organización de Osiel Cárdenas Guillén) y la Nueva Familia Michoacana.
Completan la lista la M-13 o Mara Salvatrucha (creada en Los Ángeles en los años 1980 pero que se extendió a El Salvador, Guatemala y Honduras) y el Tren de Aragua, una banda fundada en 2014 en Venezuela que está implicada en secuestros, robos, tráfico de drogas, prostitución y extorsión, así como en la explotación ilegal de oro y la trata de personas.
– «Seguridad nacional» –
El documento, firmado por el jefe de la diplomacia estadounidense Marco Rubio, estima que estas organizaciones amenazan «la seguridad nacional, la política exterior o la economía de Estados Unidos».
Para la Casa Blanca los cárteles controlan «a través de una campaña de asesinatos, terror, violaciones y fuerza bruta, casi todo el tráfico ilegal a través de la frontera sur de Estados Unidos», según el decreto firmado por Trump el 20 de enero, el día de su investidura.
La designación de organización terrorista amplía la capacidad del gobierno para combatir a estos grupos a través de todas las agencias y de imponer sanciones a sus miembros.
México teme que Estados Unidos use esta designación como excusa para intervenir en su territorio contra los cárteles, como vienen pidiendo algunos congresistas republicanos.
En represalia la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum amenazó con ampliar la demanda contra armerías de Estados Unidos.
El gobierno mexicano acusa a fabricantes estadounidenses de negligencia en la venta de armas que terminan en manos de cárteles, por lo que según Sheinbaum la querella daría lugar a un nuevo cargo por presunta complicidad con grupos terroristas.
«Si llegaran a decretar a grupos de la delincuencia organizada como terroristas, pues tendríamos que ampliar la demanda en Estados Unidos porque, como ya reconoció el propio Departamento de Justicia de Estados Unidos, el 74% de las armas de los grupos delictivos vienen» de ese país, dijo la mandataria izquierdista en rueda de prensa el viernes.
Trump ha acusado al gobierno mexicano de tener «una alianza intolerable» con los cárteles del narcotráfico y asegura que «gran parte» del país vecino está controlado por los narcos.
– «Contraproducente» –
Según Rachel Levinson-Waldman, del centro Brennan para la Justicia, una institución que monitorea temas judiciales, «tratar a los cárteles como terroristas es innecesario para abordar la amenaza que representan, de hecho, podría ser contraproducente».
Si se descubre que los solicitantes de asilo han pagado dinero «a los cárteles que mantienen un control brutal sobre el flujo de migrantes» y estos han sido designados como organizaciones terroristas extranjeras «podrían ser considerados financiadores del terrorismo», escribió en un artículo publicado por Just Security.
Por el mismo motivo podría poner en peligro a «las iglesias, sinagogas, bancos de alimentos y otras organizaciones que brindan servicios a las comunidades migrantes», las cuales podrían acabar procesadas o con sus activos congelados, añade Levinson-Waldman.
Donald Trump ha declarado la guerra a la migración ilegal y al tráfico de fentanilo, causante de decenas de miles de muertos por sobredosis al año en Estados Unidos.
A principios de febrero el republicano amenazó a México, así como a Canadá, con aranceles del 25% a todas las exportaciones si no redoblaban la lucha contra estos dos flagelos.
Desde entonces las autoridades mexicanas han multiplicado los anuncios sobre detenciones de narcos y decomisos de estupefacientes.
El mandatario aplazó la entrada en vigor de las tarifas aduaneras por un mes, hasta inicios de marzo, mientras negocia una salida con sus dos socios en el tratado de libre comercio T-MEC.
A cambio de la pausa en la imposición de aranceles, México desplegó a 10.000 militares a lo largo de los 3.100 km de frontera con Estados Unidos.
– Cártel Jalisco Nueva Generación
Surgido en 2010, el CJNG es considerado una de las mayores organizaciones criminales de México.
Estados Unidos ofrece 15 millones de dólares por su líder, Nemesio Oseguera, «El Mencho», acusado de contrabando de fentanilo y metanfetaminas.
Según Insight Crime, sus redes se extienden a varios países de Latinoamérica, Canadá, Australia y el Sudeste Asiático.
Presente en varios estados de México, disputa con el Cártel de Sinaloa el control del tráfico de migrantes en la frontera con Guatemala y ha atentado contra altos cargos como el actual secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, en 2020.
– Cártel de Sinaloa
Fundado en los años 1980 por Joaquín «El Chapo» Guzmán e Ismael «El Mayo» Zambada, es la otra gran mafia mexicana, con una reconocida capacidad para infiltrar las altas esferas del Estado.
Guzmán y Zambada están presos en Estados Unidos, el primero a perpetuidad.
Según Washington, este cártel es el mayor traficante de fentanilo -al que se atribuyen miles de muertes cada año en Estados Unidos-, y también se le vincula con el contrabando de metanfetaminas, heroína y cocaína.
Los herederos de sus fundadores mantienen una guerra intestina que ha dejado cientos de muertos desde 2024, cuando supuestamente Zambada fue secuestrado por un hijo de «El Chapo», que lo llevó en un avión privado a Estados Unidos para entregarlo a autoridades de ese país.
Un exministro de Seguridad mexicano, Genaro García Luna, fue condenado en 2024 a casi 39 años de prisión por colaborar con el cártel.
– Tren de Aragua
Se conformó en 2014 en una cárcel del estado venezolano de Aragua y está ligado a secuestros, robos, venta de drogas, prostitución y extorsión. Más tarde se expandió a la explotación ilegal de oro en un país que cuenta con grandes yacimientos, y a la trata de personas en medio de la ola migratoria.
Sus actividades se expandieron a varios países del continente.
En 2023 estaba compuesto por unos 5.000 hombres y su centro de operaciones era la cárcel de Tocorón (Aragua), ocupada ese mismo año por las autoridades.
Esa prisión era una especie de hotel con piscina, zoológico, sala de apuestas, banco, campo de béisbol y una discoteca. Aunque el gobierno de Nicolás Maduro asegura que la banda fue desmantelada, su jefe, Héctor Guerrero, está prófugo.
– Mara Salvatrucha
La MS-13 se formó en Los Ángeles (Estados Unidos) en los años 1980. Sus primeros hombres llegaron deportados a El Salvador tras la guerra civil (1980-1992). Luego se extendieron a Guatemala y Honduras y convirtieron la región en una de las más violentas del mundo.
Junto con sus archienemigos de Barrio 18 suman decenas de miles de miembros dedicados a las extorsiones, los asesinatos, el sicariato y el tráfico de drogas.
Dos tercios de sus integrantes han sido encarcelados en El Salvador por las medidas draconianas del gobierno de Nayib Bukele, según Insight Crime, que define esta situación como un «golpe casi mortal» contra ambos grupos.
En Estados Unidos, la MS-13 se concentra en la venta de narcóticos y la extorsión de pequeños negocios y bares clandestinos, detalla el centro de pensamiento.
– Cárteles Unidos
Opera en el estado agroindustrial de Michoacán (oeste de México) y ha ganado notoriedad por el uso de minas antipersonas en el combate que libra con el CJNG en esa región. Según la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), distribuye metanfetaminas y heroína.
– La Nueva Familia Michoacana
Fundada en 2006 como La Familia Michoacana, este grupo se había debilitado desde 2014 tras el asesinato de su fundador, Nazario Moreno González, según Insight Crime.
Sus remanentes se reorganizaron en años recientes como la Nueva Familia Michoacana y operan actualmente en los estados de Michoacán, Morelos, Guerrero y Estado de México.
Estados Unidos asegura que el grupo trafica metanfetaminas e incursiona en el trasiego de fentanilo.
– Cártel del Golfo
El Cartel del Golfo llegó a ser uno de los grupos criminales más temibles de México, pero en los últimos años perdió influencia y se dividió en múltiples facciones, una de ellas el extinto y sanguinario cártel de Los Zetas.
Su líder, Osiel Cárdenas Guillén, fue deportado en diciembre pasado desde Estados Unidos a México, donde está preso por varios delitos.
Había sido condenado en 2010 a 25 años de cárcel por la justicia estadounidense.
Sus sucesores controlan importantes zonas fronterizas cerca del Golfo de México, beneficiándose del tráfico de migrantes y drogas como cocaína y metanfetamina, según Insight Crime.
– Cártel del Noreste
Es la organización sucesora de Los Zetas, conformada por antiguos militares de élite. Domina en la fronteriza Nuevo Laredo, en el estado de Tamaulipas, principal cruce para el comercio terrestre entre México y Estados Unidos.
AFP
Unos internos de la prisión Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), en Tecoluca, El Salvador, destinada a pandilleros de las maras MS-13 y 18, en una imagen del 27 de enero de 2025