Niños hispanos los más afectados por coronavirus

Magaly Marchena
Washington Hispanic

Unas fotos que se volvieron virales tras el inicio del año escolar en Georgia fueron el detonante perfecto para replantear si las clases deben ser presenciales en las escuelas y si los niños pueden transmitir el virus del COVID-19.

Las respuestas no se hicieron esperar, las autoridades educativas todavía no se ponen de acuerdo, algunas consideran que las escuelas deben volver a abrir sus puertas, mientras otro grupo defiende la continuidad de las clases virtuales para el presente año escolar.

Sobre la posibilidad de que los niños transmitan el terrible virus, la respuesta es, que lo que sí se ha comprobado, es que sí se pueden contagiar aunque sus síntomas sean leves, sin descartar que se puedan convertir en transmisores.

El nuevo informe de la Academia Estadounidense de Pediatría y la Asociación de Hospitales de Niños encontró que más de 338.000 niños dieron positivo por COVID-19 desde el inicio de la pandemia con un total de 97.078 nuevos casos registrados entre el 16 y 30 de julio.

Según el reporte el índice de infecciones entre los más jóvenes fue de 447 casos por cada 100 mil habitantes y representan el 9 por ciento de  todos los casos detectados de COVID-19 en la segunda mitad de julio.

El 40 por ciento de las nuevas infecciones se dio entre los hispanos, el 33 por ciento entre los afroestadounidenses y el 13 por ciento entre los blancos.

En las últimas dos semanas de julio fallecieron un total de 20 menores de edad y se sumaron casi 600 hospitalizaciones.

Por otro lado, un informe reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) encontró que los niños hispanos fueron hospitalizados a una tasa ocho veces mayor que los niños blancos, mientras que los niños de raza negra fueron internados a una tasa cinco veces mayor.

La creencia que los niños no representan una preocupación mayor ante el virus COVID-19 ha quedado sepultada. Según los más recientes reportes, el número de nuevos casos de COVID-19 en Estados Unidos subió un 40 por ciento en las últimas dos semanas de julio.

El nuevo informe de la Academia Estadounidense de Pediatría y la Asociación de Hospitales de Niños encontró que más de 338.000 niños dieron positivo por COVID-19 desde el inicio de la pandemia con un total de 97.078 nuevos casos registrados entre el 16 y 30 de julio.

El informe, realizado con información de 49 estados, la ciudad de Nueva York, el Distrito de Columbia y Puerto Rico señaló que la mayoría de casos se presentaron en los estados del sur y oeste del país.

La Academia Estadounidense de Pediatría señaló que los datos mostraron que la enfermedad grave debida a COVID-19 parece ser poco común entre los niños, pero sí se ha confirmado que se pueden contagiar y por lo tanto no se descarta que puedan ser transmisores del virus.

Hispanos los más afectados

Por otro lado, un nuevo informe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), encontró que los niños hispanos fueron hospitalizados a una tasa ocho veces mayor que los niños blancos, mientras que los niños de raza negra fueron internados a una tasa cinco veces mayor.

Otro informe examinó casos de un raro síndrome infantil vinculado al virus, llamado síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico y halló que casi tres cuartas partes de los niños con el síndrome eran hispanos o de raza negra, muy por encima de su representación en la población general.

Estos nuevos datos han hecho replantear la manera cómo se llevaría a cabo el regreso a clases. Muchos estados han optado por la impartir educación completamente virtual, mientras otros, han decidido hacerlo de manera presencial y/o híbrida.

Los recientes informes son un recordatorio de que algunos niños se están enfermando gravemente y muriendo.

“Estos estudios y otras investigaciones que surgen dejan claro que los niños no son inmunes», indicó. «Los niños pueden transmitir el COVID, y también pueden sufrir sus efectos»,  dijo Carrie Henning-Smith, una investigadora de la Universidad de Minnesota que se centra en las disparidades en salud.

Durante las últimas semanas, el presidente Donald Trump ha presionado a las escuelas para que empiecen las clases de manera presencial, pero los funcionarios de salud recomienda precaución a la hora de tomar una decisión y recomiendan revisar bien la situación sanitaria de cada distrito escolar y si pueden cumplir con ciertos requisitos de seguridad para garantizar un regreso a clases seguro y sano.