Llanto en el Capitolio por su padre deportado
Víctor Caycho
Washington Hispanic
in poder contener las lágrimas y frente a tres senadores federales, Fátima Avelica, una niña de 13 años de edad que es ciudadana estadounidense, relató con la voz entrecortada los momentos en que su padre Rómulo Avelica González fue detenido durante una redada en febrero.
Agentes del servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) lo arrestaron frente a la escuela Avance, en Los Ángeles (California), donde él había dejado a una de sus hijas.
Rómulo es de origen mexicano y ya fue deportado a su país, después de vivir por 25 años en dicho estado.
“Necesito a mi papá. Nunca pensé que iba a ver cómo se llevaban a mi papá, que siempre ha estado a mi lado y era mi consejero”, contó sollozando junto a su hermana menor Yuleni, también ciudadana de EEUU, en una sala del Capitolio, el martes 28.
En la conferencia de prensa convocada por el Consejo Nacional de la Raza (NCLR, por sus siglas en inglés) participaron los senadores Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado, Bob Menéndez, de Nueva Jersey, y Kamala Harris, de California.
Los tres senadores anunciaron que lucharán contra la actual política migratoria “que pone en una misma categoría a la gente con una multa de tránsito o por violar el estatus migratorio, con los criminales violentos”, según destacó Schumer.
Schumer, Menéndez y Harris se comprometieron a bloquear en su cámara legislativa los fondos que se pidan para levantar el muro fronterizo y contratar más agentes de migración, entre ellos $1.500 millones de dólares en gastos suplementarios este año para iniciar esa obra.
“No debemos gastar ese dinero para separar familias, sembrar dolor y lágrimas entre los niños y perjudicar a las economías locales”, reclamó Schumer.
Otro testimonio fue el de Rose Escobar, una ciudadana estadounidense cuyo esposo José fue deportado a El Salvador el 22 de febrero, dejándola sola con sus dos hijos, Walter, de siete años, y Carmen, de dos.
José Escobar, quien no tiene ningún record criminal y está casado con Rose y fue deportado a territorio salvadoreño, un país que él no ha visto desde que tenía 15 años, cuando sus padres lo trajeron a Estados Unidos.
Rose relató que la madre de José cometió un error, hace más de una década, cuando sometió los papeles de renovación de su residencia.
“Mi propio gobierno está aplastando mi Sueño Americano”, expresó ante una audiencia conmovida.
Por su parte, Janet Murguía, presidenta y CEO del NCLR, explicó que más de cinco millones de niños en Estados Unidos viven con la amenaza constante de que uno de sus padres sea deportado. “Sus historias pesarán en nuestra conciencia nacional por las próximas generaciones y son una ofensa para los que creen que nuestra nación respeta la institución de la familia”, afirmó.