La guerra en Israel, nuevo frente en la campaña electoral
En Estados Unidos se abrió un nuevo frente de cara a las elecciones presidenciales de 2024: la ofensiva de Hamás reavivó las críticas de los candidatos republicanos contra el presidente Joe Biden, acusado de ser demasiado débil en su defensa de Israel y en su política hacia Irán.
«Esta es una gran oportunidad para que nuestros candidatos establezcan un contraste entre los republicanos, que siempre han apoyado a Israel, y la debilidad de Joe Biden», dijo el sábado Ronna McDaniel, jefa del Comité Nacional Republicano, en Fox News.
En poco más de un año, los estadounidenses elegirán un presidente y decidirán el control del Congreso.
Biden, de 80 años, que postula para un segundo mandato, bien podría enfrentarse a su gran rival Donald Trump, actualmente el favorito en las primarias republicanas.
El expresidente afirmó el sábado que el ataque a Israel se produjo porque Estados Unidos es visto «como débil e ineficaz y con un líder a su frente realmente débil».
Otros aspirantes a la nominación republicana, como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y el exvicepresidente Mike Pence, han hecho críticas similares a la supuesta «debilidad» del demócrata.
– «Grabado en piedra» –
El sábado, Biden pronunció un breve y serio discurso desde la Casa Blanca para recalcar que el apoyo estadounidense al Estado judío está «grabado en piedra» y es «inquebrantable».
«Hoy, el pueblo de Israel está bajo el ataque de una organización terrorista, Hamás. En este trágico momento, quiero decirles a ellos, al mundo y a los terroristas de todo el mundo: Estados Unidos está al lado de Israel. Nunca dejaremos de apoyarlo», añadió el presidente estadounidense.
Las acusaciones republicanas se ven alimentadas en particular por una reciente decisión de Biden: autorizar el descongelamiento de fondos iraníes, por un importe de 6.000 millones de dólares, para permitir un intercambio de prisioneros con el régimen de Teherán.
El senador Rick Scott, entre otros, estimó que al autorizar la transferencia a Doha de estos fondos congelados en Corea del Sur, la Casa Blanca había «financiado» la espectacular ofensiva de Hamás.
Partidario desde hace mucho tiempo del grupo islamista palestino, Teherán dio su apoyo público a los ataques.
La acusación hirió al Ejecutivo estadounidense. Un portavoz de la Casa Blanca denunció una «mentira flagrante», afirmando que «no se ha gastado ni un céntimo» de estos 6.000 millones de dólares de ese dinero en asuntos ajenos a cuestiones humanitarias.
En declaraciones a la prensa el sábado, un alto funcionario gubernamental acusó a los republicanos de «desinformación».
– Congreso –
«Es demasiado pronto para decir» si Irán está «directamente involucrado» en la ofensiva lanzada por Hamás contra Israel, y Estados Unidos «no tiene ninguna indicación» en esta dirección por el momento, afirmó. Tampoco existe «ninguna duda» de que Hamás ha sido «financiado, equipado y armado», entre otros, por la república islámica, matizó.
Más allá de las elecciones de 2024, esta ofensiva republicana plantea problemas políticos inmediatos para Joe Biden.
De hecho, el presidente estadounidense necesitará del Congreso si quiere proporcionar una ayuda adicional significativa a Israel. Los republicanos controlan una de las dos cámaras, la de Representantes, y actualmente bloquean la adopción del presupuesto nacional.
Para complicar las cosas, la Cámara de Representantes ya no funciona realmente desde la reciente destitución de su líder, Kevin McCarthy, víctima de disputas internas en los republicanos.
La Casa Blanca aspira por otro lado a que el Senado apruebe rápidamente el nombramiento de Jack Lew como nuevo embajador en Israel, anunciado hace más de un mes, pero ello requerirá de cierta buena voluntad por parte de la minoría republicana en esa cámara.