Eclipse maravilla al país entero
Redacción
Washington Hispanic
a tarde del 21 de agosto pasado, los ojos de muchas personas estaban puestas en el cielo. Y no era para menos, pues querían ser testigos del espectacular eclipse solar que cruzó los Estados Unidos de costa a costa. Incluso el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no resistió la tentación y se asomó al balcón con su familia para apreciar el evento.
Es el primer eclipse total de Sol en Estados Unidos en casi un siglo, por lo que era de esperarse que la gente se preparara para ello. Unos compraron con anticipación los lentes especiales o crearon sus propios reflectores de la silueta cuando la luna orbitó frente al sol por un par de minutos.
En la ciudad de Washington el fenómeno alcanzó un 80% de totalidad, y aunque no era como muchos esperaban -que oscurecería completamente o que se vería un anillo de brillo- dejó maravillados a quienes tuvieron la oportunidad de observarlo.
En la Casa Blanca Trump observó el espectáculo astronómico desde el pórtico del Jardín Sur, acompañado por su esposa Melania, su hijo Barron y varios de sus principales colaboradores.
Poco después de salir al pórtico, Trump entrecerró los ojos y miró al cielo. “¡No mire!”, le gritó un colaborador. Trump entonces se puso las gafas protectoras, y alzó los pulgares en señal aprobatoria.
En 14 estados del país, que estaban en el trayecto del eclipse, lograron experimentar el fenómeno de manera completa, por lo que personas de otras partes del país se dieron cita a estos lugares, incluso desde varios días antes para conseguir un buen lugar.
En estos lugares La temperatura descendió, los pájaros callaron, los grillos chirriaron y las estrellas se hacían visibles al mediodía a medida que la franja de oscuridad se desplazaba 4.200 kilómetros (2.600 millas) por el territorio estadounidense en un recorrido de 90 minutos.