Corte Suprema ratifica ley contra quienes fomenten migración ilegal
La Corte Suprema de Estados Unidos confirmó el viernes una sección de la ley federal utilizada para enjuiciar a las personas que alientan la inmigración ilegal, al fallar en contra de un hombre de California que ofreció adopciones de adultos que, según afirmó falsamente, conducirían a que obtuvieran la ciudadanía estadounidense.
Por una votación de 7-2, los jueces del máximo tribunal estadounidense rechazaron los argumentos de que la ley es demasiado amplia y que viola la Constitución.
El caso involucra una sección de la ley federal de inmigración que establece que una persona que “aliente o induzca” a otra que no es cuenta con la ciudadanía estadounidense a acudir o permanecer en Estados Unidos sin autorización legal puede ser castigada con hasta cinco años de prisión. Esa pena aumenta a 10 años si la persona que lo alienta lo hace para obtener una ganancia económica personal.
La jueza Amy Coney Barrett, en un escrito a nombre de la mayoría de sus colegas, explicó que aunque un tribunal inferior había determinado que la sección de la ley era inconstitucionalmente demasiado amplia, “eso fue un error”. Dos de los tres jueces centroizquierdistas de la Corte —las juezas Sonia Sotomayor y Ketanji Brown Jackson— discreparon.
El caso llevado ante el tribunal máximo involucró a Helaman Hansen, quien vivía en Elk Grove, California, cerca de Sacramento. El gobierno federal afirma que entre 2012 y 2016, Hansen engañó a cientos de personas no ciudadanas haciéndoles creer que podía garantizarles un camino hacia la ciudadanía a través de la adopción de adultos.
Debido a las promesas falsas de Hansen, aseguran las autoridades, muchas personas llegaron a Estados Unidos o se quedaron en el país, en violación de la ley, a pesar de que Hansen sabía que las adopciones de adultos que estaba organizando no las conducirían a obtener la ciudadanía. El gobierno indicó que al menos 471 personas pagaron a Hansen entre 550 y 10.000 dólares cada una y que en total el hombre recaudó más de 1,8 millones de dólares.
Al final, Hansen fue condenado por cargos por incitación y fraude. Fue sentenciado a 10 años de prisión por los primeros y 20 años por los segundos. Sin embargo, un tribunal federal de apelaciones falló que la ley sobre incitación es demasiado amplia y que viola la cláusula de libertad de expresión de la Primera Enmienda constitucional, por lo que anuló sólo esas condenas.
En su opinión, Barrett escribió que “Hansen nos pide que descartemos demasiado de lo bueno con base en un intento especulativo de lo malo”. Ella agregó: “Esto no tiene que ver con excesos”.