Biden apoya a Israel y apunta a milicias palestinas por bombardeo a hospital en Gaza
El presidente estadounidense, Joe Biden, apoyó este miércoles en una visita a Israel la versión de ese país de que las milicias palestinas tienen la responsabilidad del bombardeo a un hospital de Gaza que dejó cientos de muertos, un drama que ha avivado aún más el conflicto entre el Estado hebreo y el movimiento islamista Hamás.
Los países árabes culpan del bombardeo ocurrido el martes por la noche a Israel, que ataca sin tregua la Franja de Gaza desde el inicio de la guerra desatada el 7 de octubre tras una incursión del movimiento islamista palestino Hamás en su suelo, que se saldó con más de 1.400 muertos y 200 rehenes.
Pero Biden apoyó la versión de las autoridades israelíes, que acusan a la Yihad Islámica, otro grupo armado palestino, del bombardeo.
La Yihad Islámica negó estar detrás del ataque y acusó a Israel de mentir. Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, culpa también a Israel.
Según un nuevo balance del ministerio de Salud del enclave, al menos 471 personas perecieron en el bombardeo del hospital Ahli Arab, ubicado en el centro de Gaza. El balance anterior era de entre 200 y 300 fallecidos.
«A tenor de lo que he visto, parece que fue obra del otro equipo, y no de ustedes», dijo Biden al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en Tel Aviv.
«Continuaremos trabajando con ustedes y nuestros socios a través de la región para evitar más tragedias de civiles inocentes», declaró el mandatario estadounidense. Netanyahu señaló por su parte que su país «hará todo lo posible» para evitar la muerte de civiles.
La comunidad internacional condenó al unísono el bombardeo y se produjeron manifestaciones en Teherán, Amán, Estambul, Túnez y Beirut.
Se espera que el presidente estadounidense intente negociar durante su visita a Israel la entrada de ayuda humanitaria de emergencia a Gaza, donde según Hamás han muerto más de 3.450 personas por los bombardeos israelíes.
El puesto fronterizo de Rafah, en la frontera con Egipto, permanece cerrado, y cientos de camiones con ayuda humanitaria siguen esperando que se les autorice entrar en el enclave donde los 2,4 millones de habitantes se están quedando sin agua y comida.
La OMS advirtió que la situación en la Franja de Gaza, sin electricidad y asediada por Israel desde el 9 de octubre, «se está volviendo incontrolable».
– «Una masacre» –
Israel afirmó que tiene «pruebas» de la responsabilidad del grupo palestino Yihad Islámica en el bombardeo del hospital.
«Las pruebas, que compartimos con todos ustedes, confirman que la explosión en un hospital de Gaza fue provocada por el disparo de un cohete de la Yihad Islámica que falló», afirmó el portavoz militar Daniel Hagari en una conferencia de prensa.
«Este análisis profesional se basa en datos de inteligencia, sistemas operativos e imágenes aéreas», agregó.
Según la Yihad Islámica, un grupo aliado de Hamás, clasificado como organización terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea e Israel, el Estado hebreo había ordenado evacuar el hospital bajo la amenaza de un bombardeo, y fue una bomba lanzada por un avión del ejército israelí la que causó la tragedia.
«Estábamos operando en el hospital cuando se produjo una fuerte explosión y el techo cayó sobre el quirófano. Es una masacre», relató el doctor Ghassan Abu Sittah, de la ONG Médicos Sin Fronteras.
Imágenes que circulan por las redes sociales y verificadas por AFP muestran escombros ardiendo en el recinto del hospital. De fondo se oyen sirenas de ambulancias.
La Iglesia Episcopal de Jerusalén, que gestiona el hospital, denunció un «crimen contra la humanidad».
La Media Luna Roja palestina denunció un «crimen de guerra», que se cobró «cientos» de víctimas civiles, «entre ellas mujeres, niños y personal de salud».
– «Día de cólera» –
El grupo libanés Hezbolá, aliado de Hamás, convocó a que el miércoles sea un «día de ira» para condenar el bombardeo del hospital en Gaza, del que acusa a Israel.
Hamás a su vez acusó a Estados Unidos de ser cómplice de Israel en los ataques en curso en Gaza.
En Ramala, en Cisjordania ocupada, estallaron enfrentamientos el martes por la noche entre manifestantes que pedían la dimisión del presidente palestino Mahmud Abás y fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que el jueves estará en Egipto, urgió un «alto el fuego humanitario inmediato».
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, declaró el miércoles un día de «luto público» y predijo que este bombardeo se volvería contra Israel y su aliado estadounidense. El martes, Teherán amenazó con una posible «acción preventiva» contra Israel, que prepara una ofensiva terrestre en Gaza.
Varios países participan en negociaciones para intentar conseguir la liberación de los rehenes llevados por Hamás a Gaza tras su incursión por tierra, aire y mar en suelo israelí.
Según Hamás, más de veinte de ellos murieron en los bombardeos israelíes.
De acuerdo a la ONU, un millón de palestinos han huido hacia el puesto de Rafah, en el sur de Gaza, tras una orden israelí de evacuación del norte del enclave.
Y alrededor de 500.000 israelíes han sido evacuados de los alrededores de Gaza, según el ejército.
La tensión es también fuerte en la frontera entre Israel y Líbano, donde a diario se producen cruces de fuego entre el ejército israelí y el Hezbolá, así como en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967.
El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto reunirse el miércoles.