Un sombrero decidirá empate electoral en VA
Jossmar Castillo
Washington Hispanic
uando parecía que la elección por un asiento para delegado estatal de Virginia había sido ganado el martes 19 por una candidata demócrata tras un recuento de votos, un panel de tres jueces determinó al día siguiente que uno de los votos que habían sido anulados eran para su rival republicano.
De esa manera, David Yancey –quien ya es delegado por el Distrito 94 e iba por la reelección-, alcanzó a su contendora, Shelly Simonds, y ambos quedaron empatados con 11,608 votos.
La Junta Estatal de Elecciones decidirá en los próximos días el mecanismo para elegir a uno de ellos como el ganador. Puede ser sacando uno de los dos nombres desde un sombrero o simplemente arrojar una moneda, a cara o sello.
De esa manera se alargó el tremendo suspenso derivado de esta elección, realizada el martes 7 de noviembre y cuya importancia se da en que pone en juego la mayoría de la Cámara de Delegados estatal.
Si gana Simonds, se producirá un empate de 50-50 en la Cámara Baja de la Asamblea Legislativa de Richmond, la capital de Virginia. Con ello, los demócratas romperían la mayoría detentada por los republicanos desde hace 20 años.
Si gana Yancey, su partido mantendría la mayoría, aunque por la mínima diferencia, luego de una avalancha demócrata que consiguió arrebatar más de una docena de bancas a los republicanos en la última elección.
En el primer conteo de votos del Distrito 94 (que comprende el área de Newport News), Yancey ganó por apenas 10 votos de ventaja por lo que se decidió ir al recuento electoral.
El martes 19, en presencia de funcionarios electorales y personeros de ambos partidos se procedió al recuento con una maquinaria especial traída de otro estado. Al final se contaron uno por uno los votos que no pudo registrar la máquina.
En un momento dado, Yancey amplió su ventaja, pero después Simonds se le acercó y llegó a empatar los sufragios. Hasta que se llegó al último voto. Sorpresa: fue para Simonds. Y alcanzó la cifra mágica de 11,608, mientras su rival se quedó en 11,607.
Los demócratas festejaron el hecho e inclusive Yancey reconoció su derrota.
Sin embargo, los personeros republicanos recordaron que uno de los votos anulados en el recuento era dudoso y pidieron al día siguiente su revisión por los tres jueces. Un votante –ya sea hombre o mujer-, había marcado los nombres de los dos candidatos, pero había puesto una raya sobre el de Simonds. Además, había votado por el resto de candidatos republicanos que aparecían en la boleta. Eso los decidió a dar ese voto para Yancey y el empate se consumó entre los dos candidatos.
¿Será el sombrero o la moneda? Lo cierto es que el suspenso continuará hasta los días navideños, porque hasta el momento no hay acuerdo sobre una fecha en la que todos los actores puedan estar presentes.