Seis muertos en choque de Baltimore

Jossmar Castillo
Washington Hispanic

n aparatoso accidente de tránsito entre un autobús escolar y uno de pasajeros acabó con la vida de seis personas y mandó al hospital a otras 10 la mañana del pasado martes en el suroeste de la ciudad de Baltimore, Maryland.

El sol ni siquiera acababa de salir bien cuando se escuchó un estruendo cerca de la intersección entre las avenidas Frederick y Monastery. El bus de estudiantes que viajaba con dirección al este chocó contra un auto sedán, golpeó un estructura en la entrada del cementerio y terminó embistiendo al autobús de la Autoridad de Transporte de Maryland que viajaba en dirección contraria, según confirmaron las autoridades.

El vocero de la policía de Baltimore, TJ Smith confirmó la muerte del conductor del bus escolar, de la conductora del bus de MTA y de cuatro pasajeros más. Smith dijo que al momento del impacto, sólo un ayudante acompañaba al conductor del bus escolar, que iba camino a recoger un estudiante unas cuadras más adelante.

«Literalmente es como si una bomba hubiese estallado en el bus. Es una imagen catastrófica», dijo Smith el día del accidente. Agregó que en un vistazo preliminar se percataron de que no hay marcas de frenado en el pavimento, por lo que se maneja la hipótesis de que el conductor del bus escolar pudo haber experimentado un problema médico.

Días después se conoció que Glenn R. Chappell, el conductor del bus de estudiantes, no estaba habilitado para conducir, puesto que su certificado médico que le permite mantener la licencia de conducir un vehículo comercial había expirado en el mes de agosto.

De acuerdo con investigaciones preliminares, las autoridades ven el exceso de velocidad como uno de los causantes de la tragedia. “Si ven la destrucción, esto ciertamente no fue causado por un vehículo a baja velocidad”, dijo Smith.

El autobús de pasajeros, según el jefe de la policía de Baltimore, Kevin Davis, viajaba con dirección a Catonsville desde Dundalk, un área caracterizada por albergar a gente de clase obrera.
“Nuestros corazones y oraciones están con ellos, con sus familiares y también sus compañeros de trabajo”, dijo.

Debido a la magnitud del impacto, los bomberos y rescatistas tuvieron dificultadades para ingresar a parte de los autobuses. Parte del metal, así como algunos asientos, tuvieron que ser cortados para recuperar a las víctimas y los heridos, quienes fueron trasladados a varios hospitales.

Cinco personas en edades de entre 20 a 40 años fueron trasladadas al Centro Médico de la Universidad de Maryland. De ellos, dos se quedarían hospitalizados, dos estarían en observación y uno fue dado de alta el mismo martes.