Muere niño de 13 años tras recibir un tiro en la cabeza

Una bala destruyó los sueños de un niño de 13 años y estudiante de octavo grado que quería ser médico de emergencias para salvar la vida de otros. 

Jayz Agnew fue declarado muerto el viernes, pocos días después de haber recibido un disparo fatal en la cabeza cuando rastrillaba las hojas caídas de los árboles en el patio delantero de la vivienda familiar, en el área de Temple Hills del condado de Prince George’s.

Ahora la familia pide respuestas por la muerte de Jaiz, mientras la policía aún no tiene idea de quién lo hizo, si se trató de un crimen al azar o por un error. Sólo ruegan que cualquiera que tenga alguna pista llame a Crimesolvers y se logre dar con el criminal. 

Juanita y Antione, los padres de Jayz Agnew, un estudiante de octavo grado, rezaron y sollozaron juntos en una vigilia con velas encendidas el viernes frente a su casa, en la cuadra 21 de Jameson St., en Temple Hills, donde el menor fue asesinado el martes 8. 

«Este no puede ser otro niño pequeño cuyo asesinato quede impune», dijo su madre. «Iremos a donde sea necesario para obtener justicia para Jayz». 

Con el asesino aún libre, los miembros de la familia todavía sienten temor de regresar a su propia casa. 

«Estoy aterrorizada, incluso de conducir en la calle. No sé. No esperaba que esto sucediera, así que cualquier cosa podría pasar por mi mente», dijo su madre. 

Jayz, dicen sus familiares, era tan tranquilo que nunca discutía, ni siquiera con su hermana pequeña, Aaliyah, de 6 años. 

«El no enojaría a nadie. Para nada. No era ese tipo de niño. No», sostiene su madre. «Era muy buen hermano», balbucea apenada Aaliyah. El padre asiente.

“Somos gente de paz”, asegura Juanita, que es enfermera en un hospital. Antione es el cuidador de un hombre parapléjico. Jayz, según todos señalan, pasaba la mayor parte de su tiempo en sus videojuegos 

“Él quería ser médico, pero específicamente en la sala de emergencias”, confirma su madre, a quien le resulta particularmente trágico que la última visita de Jayz al hospital fue como un paciente herido de muerte. 

La familia tuvo que despedirse de Jayz el viernes. “Le agarré la mano y sigo hablando con él. Recuerdo los lindos momentos que pasamos y lo vamos a extrañar”, dijo su abuela materna, Julin Nunes. 

Todos ellos planean usar el dinero que fluye hacia GoFundMe para resolver el caso. 

“Realmente quiero animar a todos los padres a tener una conversación con sus hijos. Si ellos vieron algo, deberían hablar. Porque nuestra familia también está sufriendo. Si no llegamos al fondo del asunto, podría ser otro pequeño niño en un caso de crimen sin resolver», dijo Juanita. 

Hay una recompensa de $25,000 por información relacionada con este crimen.