El Metro ya está de regreso tras reparaciones de emergencia

Jossmar Castillo
Washington Hispanic

sólo unos meses de haber tomado las riendas como Gerente General del Metro, Paul Wiedefeld se encargó de tomar una decisión que pudo haber sido la última de su mandato: cerrar por completo, y durante un día entero, el sistema de rieles para inspección y reparaciones de emergencia.

Fue la primera vez que este medio de transporte, que lleva más de 40 años sirviendo a los usuarios de Maryland, Virginia y DC, no sirvió a ninguno de los 700 mil usuarios que lo utilizan cada día.
Como era de esperarse, el cierre del miércoles, provocó un caos en el traslado de personas que se dirigían hacia sus trabajos en la mañana y por la tarde trataban de regresar a sus casas y que debieron buscar un transporte alternativo.

Aunque las quejas por la ineficiencia e inseguridad del sistema nunca fallan, fue grandemente extrañado por los residentes del DMV.

Durante la inspección de emergencia se logró la reparación de unas 26 fallas eléctricas en los cables que alimentan de energía al tercer riel. Tres de esas fallas fueron catalogadas por Wiedefeld como “críticas”, tanto así que consideró que los trenes ni siquiera deberían estar corriendo sobre ellas.

El cierre se llevó a cabo luego de que el lunes, 14 de marzo se registrara un incendio en un túnel de la estación McPherson Square y que provocó retrasos en las líneas Azul, Naranja y Plateada durante todo el día.

El representante Demócrata de Virginia, Gerry Connolly criticó que se haya tenido que cerrar el Metro por problemas que fueron claramente señalados 15 meses atrás. Añadió que alguien debería renunciar o ser despedido.

Quienes se preguntaba cómo sería la ciudad de Washington sin Metro por un día, recibieron su respuesta el pasado miércoles, cuando el sistema de rieles, que también abastece a usuarios de Maryland y Virginia, cerró completamente por mantenimiento e inspecciones de seguridad.

Autopistas atestadas de automóviles, buses llenos de gente y caras de frustración de quienes iban tarde a sus trabajos fue la tónica que se vivió durante las primeras horas de la mañana.

Otros tuvieron que recurrir servicios de taxis regulares, Uber, Lyft y hasta viajar en bicicleta para completar sus trayectos desde y hacia sus hogares, como manera de hacer frente al acontecimiento histórico que añadió desde media hora hasta una hora más de tiempo al trayecto diario.

Mientras las escuelas permanecieron abiertas, a los trabajadores federales se les dio la opción de tomar el día libre o trabajar desde casa, como una medida para reducir el caos, aún así, en varios estacionamientos del corazón de la ciudad no cabía un carro más.

Al final de la maratónica jornada en la que las autoridades del Metro se propusieron revisar 600 cables eléctricos que alimentan al tercer riel, los inspectores encontraron que 26 de ellos necesitaban ser reparados y otros tres lugares al los que Paul Wiedefeld, Gerente General del Metro llamó “críticos” y que se deben arreglar con urgencia.

“Claramente esta es una condición peligrosa que no podemos aceptar”, dijo Wiedefeld mientras mostraba la imagen de cables eléctricos parcialmente destruidos, cuyo cobertor estaba completamente desgastado.

Fue precisamente un escenario similar el que provocó los incendios en los túneles del Metro en enero de 2015 y en el pasado lunes 14 en McPherson Square.

En el primero de esos incidentes Carol Glover, una mujer de 61 años y con residencia en Alexandria, Virginia, perdió la vida, y otra decena se enfermó, cuando el tren en el que viajaban quedó atorado en el túnel con dirección a Virginia y se llenó de humo.

Lo mismo ocurrió en McPherson, pero afortunadamente nadie resultó herido.

Aunque muchos criticaron la decisión de cerrar por completo uno de los más importantes sistemas de transporte en la región por primera vez, otros concordaron en que era una medida necesaria para la seguridad de los usuarios de Metro, que diariamente transporta unas 700 mil personas.

Anthony Foxx, secretario de Transporte, culpó a las autoridades de Maryland, Virginia y DC por la falta de atención que prestaban al servicio y permitir el deterioro del sistema, que tiene más de 40 años funcionando.

Gerry Connoly, un representante Demócrata sugirió durante una audiencia que alguien en el sistema del Metro debería renunciar o ser despedido, tras haber tenido que cerrar todo el Metro para identificar un problema que había sido claramente señalado 15 meses atrás.

“Mientras que el riesgo al público es muy bajo, no puedo descartar un potencial problema de vida y seguridad aquí, y por eso es que debemos tomar acción inmediatamente”, había resaltado Wiedefeld un día antes del cierre.

Otros vieron el evento como una radiografía de la situación que viven sistemas de transporte similares y caminos de acceso, como puentes, a los que les hace falta un debido mantenimiento.