Obama desafía a republicanos, nomina juez a Corte Suprema

AP
WASHINGTON

l presidente Barack Obama postuló al juez de apelaciones Merrick Garland a la Corte Suprema el miércoles y retó a los republicanos a que desistan de su férrea oposición a siquiera tratar el asunto en un año electoral.

Obama dijo que Garland, un jurista y anteriormente fiscal de larga trayectoria, es «uno de los intelectos legales más agudos de Estados Unidos», merecedor de una audiencia y votación en el pleno del Senado. Los líderes republicanos dicen que la vacante no debe ser ocupada antes de la elección de un nuevo presidente, una posición reafirmada por el presidente del bloque Mitch McConnell inmediatamente después del anuncio presidencial.

Garland, de 63 años, preside la Corte Federal de Apelaciones del Circuito del Distrito de Columbia, una corte cuya influencia en las políticas federales y asuntos de seguridad nacional es tal que se la considera un campo de pruebas para potenciales jueces de la Corte Suprema.

Sucedería al ultraderechista Antonin Scalia, cuya muerte el mes pasado dio lugar a una enconada batalla en torno al futuro de la corte en el año electoral.

Obama anunció su elección en una ceremonia en el Rosedal de la Casa Blanca, en presencia de senadores demócratas y aliados.

Garland, a quien anteriormente habían pasado por alto, contuvo las lágrimas al afirmar que la nominación era «el mayor honor de mi vida». Habló de sus abuelos que huyeron del antisemitismo en Europa oriental y su infancia en una familia de recursos modestos.

Dijo que consideraba la tarea del juez como un mandato para dejar de lado las preferencias personales y «aplicar la ley, no elaborarla».

Obama lo presentó como un servidor público esforzado, destacó su obra al frente de la investigación por el ataque terrorista en Oklahoma City y la tarea de la fiscalía. Citó elogios a Garland pronunciados por el presidente actual de la Corte Suprema, John Roberts, y por el senador republicano Orrin Hatch. Sostuvo que el talento de Garland para reunir «parejas insólitas» hacía de él el mejor candidato consensuado para cumplir un gran papel en el tribunal supremo de la nación.

El presidente exhortó al Senado controlado por los republicanos que no permita que el clima político tan violento y partidista frustre la candidatura de un «hombre serio».

«Este es precisamente el momento de hacer las cosas bien», dijo Obama.

Garland fue confirmado para la corte de la capital en 1997 con respaldo mayoritario de los dos partidos, incluidos siete senadores republicanos que conservan sus bancas.

Se prevé que en caso de ser confirmado tenderá a alinearse con los miembros más liberales, pero no se le considera un liberal en todo. En materia penal y de seguridad nacional tiene fama de centrista, y uno de los pocos jueces postulados por los demócratas que podrían tener una rápida confirmación por los republicanos si las circunstancias fuesen otras.