Reconocen labor de maestra de Lanham

Jossmar Castillo
Washington Hispanic

as carreras en el campo de la ciencia y tecnología (STEM) son las carreras del futuro y la maestra Daisy Rayela lo sabe. Por eso es que desde 2012 trabaja en estimular la curiosidad de sus estudiantes para que descubran las infinidades de oportunidades que tienen por delante.

Su esfuerzo no ha pasado del todo desapercibido, pues Voya, una compañía proveedora de planes de jubilación para educadores, de entre más de mil participantes del concurso anual de Voya “Héroes Olvidados”, la hizo acreedora de una subvención de $2000 para la renovación del laboratorio STEM de la escuela Media Thomas Johnson, en Lanham, Maryland.

“Estoy muy honrada de que fui escogida. Muy feliz, porque no importa lo que recibamos, esto nos permitirá mejorar el programa que actualmente tenemos en la escuela, lo que ayudará a muchos niños a estar orientados en los programas de STEM”, dijo la maestra Rayela, originaria de Filipinas.

La maestra presentó una propuesta TJMS STEM Innovation Lab, con el que se busca equipar el actual laboratorio con impresora 3D y otros aparatos “que ayuden a transformar los diseños de los estudiantes en productos reales”. Con el equipo para ejecutar ideas como modelos 3D, brazos protésicos y máquinas voladoras, los estudiantes serán capaces de crear soluciones innovadoras a los problemas complejos de la vida real, tanto locales como globales.

Este año en el concurso las propuestas para programas de STEM conformaron un 45% de todas las aplicaciones, lo que significa un aumento del 10% en los proyectos tecnológicos durante los 20 años que se desarrolla el concurso.

El trabajo de Rayela impacta a un aproximado de 200 estudiantes y espera que muchos más se interesen por la clase. “Nuestra población es mayoritariamente hispana, y quiero que estos niños tengan su mente enfocada en ir a la universidad, así que estoy tratando de envolverlos en las actividades que tenemos”, mencionó la maestra, quien contó que ya hay estudiantes que fueron parte del programa de STEM en Thomas Johnson y que actualmente tienen éxito en la escuela secundaria.

Después de este reconocimiento la propuesta de Rayela sigue en carrera para convertirse en una de las finalistas para uno de los tres primeros premios de $5 mil, $10 mil o $25mil.

“Aunque no lleguemos a ganar, espero que el programa alcance a más niños y los motive a seguir carreras universitarias en STEM y logren superarse. Ese es mi sueño y mi objetivo principal”, sentenció Rayela.