Una riña termina con el incendio de un albergue de migrantes en la selva de Panamá
Una decena de construcciones ligeras y algunos vehículos fueron incendiados este sábado en medio de una riña en un albergue de migrantes en la selva panameña del Darién que terminó con 44 personas detenidas pero sin víctimas, informó la policía fronteriza.
Los incidentes comenzaron en la madrugada por una discusión entre dos mujeres migrantes y derivó en la quema de edificaciones modulares y vehículos, además de enfrentamientos con policías en el albergue ubicado en San Vicente, cerca de la ciudad de Metetí, 180 km al este de la capital panameña, dijo el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront, policía fronteriza) en un comunicado.
«Hasta el momento han sido identificados y retenidos unos 44 migrantes irregulares que participaron en estos hechos vandálicos y serán investigados y procesados ante el ministerio público por daños a la propiedad del Estado», señaló el organismo, que estimó en 250 personas los participantes en la pelea.
Los migrantes detenidos serán procesados por los daños a los bienes estatales, mientras continúa la presencia policial en el sector para ubicar a otros participantes, dijo el director del Senafront, Jorge Gobea.
El Senafront «ha puesto a la orden de las autoridades competentes más de 40 migrantes, hombres y mujeres, que participaron en la destrucción de los campamentos, de los vehículos y de los bienes tecnológicos» estatales.
«Mantenemos operativos en el sector para dar con la ubicación del resto de los migrantes que participaron en esta actividad buscando agredir y afectar los bienes del Estado», agregó.
La inhóspita selva de Darién, de 266 kilómetros de longitud y 575.000 hectáreas de superficie en la frontera entre Colombia y Panamá, se ha convertido en un corredor para los migrantes que desde Sudamérica tratan de llegar a Estados Unidos.
En 2023, un récord de más de 520.000 personas cruzaron esta peligrosa ruta. De ellos, unos 120.000 eran menores de edad.
En dos meses de 2024 más de 72.000 personas ingresaron a Panamá cruzando el Darién, una cantidad que supera las 50.000 del mismo período del año anterior. Casi dos terceras partes son venezolanos, seguidos de ecuatorianos, haitianos, colombianos y chinos.