Cuba: Incendio de motocicletas eléctricas causó la muerte de una familia
Luego de que un incendio provocado por la explosión de motocicletas eléctricas causara la muerte de una familia, el cuerpo de bomberos de Cuba encendió las alarmas sobre sucesos similares: más de 300 fuegos de estos vehículos en seis meses.
Las “motorinas” como popularmente se las conoce en Cuba son, desde que se permitió importarlas en los últimos años, las nuevas estrellas de las calles de la isla, marcada por un crónico problema de transporte público y uno nuevo de desabastecimiento de combustible fósil. Su presencia es cada vez más notable.
Desde enero reportaron más de 300 siniestros de estos vehículos, explicó el mayor Jelsy González de la Dirección Nacional contra Incendios según un reporte del martes del portal oficial Cubadebate. Como referencia, en el primer semestre de 2020 fueron 263 incendios de baterías de gel o litio que utilizan estos ciclomotores y en 2019, fueron 208, según cifras oficiales que están siendo actualizadas.
González explicó que el material de las baterías no es combustible es sí mismo pero al descomponerse en el interior de una celda eléctrica dañada por el uso excesivo se produce un fenómeno llamado “embalamiento térmico” que genera vapores que pueden encender el plástico y la goma de las motocicletas y que con los elementos combustibles de las viviendas -como los muebles- genera un humo tóxico.
“Desde 2019 hasta la fecha se han registrado más de 3.000 incendios combatidos por los bomberos”, informó González, quien citó como causa de las explosiones el sobreuso de las baterías, la modificación manual de los sistemas de seguridad para hacer a estos vehículos más veloces o rendidores y hasta los lavados inadecuados con agua a presión.
Por su parte, el teniente coronel Antonio Valdés, también del cuerpo de bomberos, informó que se han enviado especialistas al extranjero -sin especificar a qué países- para que se formen en seguridad y prevención de este tipo de accidentes y puedan formar a sus colegas en la isla.
“Sabemos que su uso es una necesidad y que este tipo de vehículos llegó para quedarse”, manifestó Valdés.
Muchas víctimas fallecen no por el incendio sino por inhalación de este humo, indicaron los expertos bomberos.
La semana pasada la noticia sobre el incendio de una vivienda en el centro de La Habana y en el cual fallecieron siete miembros de una familia -entre ellos dos niños- luego de la explosión de motos eléctricas sacudió a la opinión pública. No se especificó cuántas motos estallaron pero las mismas estaban guardadas en lo que fue la sala de la casa.
“Me ha resuelto tremendo problema con el transporte, sin la moto eléctrica no soy nada”, dijo a The Associated Press, Natividad Hernández, propietaria de un vehículo marca Águila rojo y negro y entrevistada al azar en las calles de La Habana.
La mujer aseguró que no teme a los incendios pues le da el reposo necesario a la batería para no sobrecargarla y sus piezas son originales.
Muchas de las motocicletas eléctricas llegan a Cuba importadas a través de Panamá, aunque recientemente empresas isleñas también comenzaron a ensamblar estos móviles. Las primeras autorizaciones para traerlas desde el exterior datan de 2007, pero recién a finales de la pasada década comenzó un boom que llevó a las autoridades a implementar la inscripción en el registro vehicular desde 2019 de algunos modelos.
Además se exige licencia de conducir especial.
“Acceso a comprar un carro desgraciadamente no tenemos mucho y las motos eléctricas han venido a facilitar la vida”, dijo Carlos Manuel Cañada, un mecánico de estos ciclos de 32 años y quien trabaja en un taller de la barriada de Guanabacoa.
Cañada lamentó los incendios y aseguró que la única garantía esta en trabajar con profesionales y cuidar los equipos para evitar siniestros.