Por que el Congreso busca destituir al presidente de Perú?
AP
Washington Hispanic
El choque entre el presidente peruano Martín Vizcarra y el Congreso opositor llegó otra vez a un punto extremo en medio de la peor crisis sanitaria del país a causa del nuevo coronavirus. El Congreso iniciará el viernes un proceso de vacancia que coloca a Perú en una nueva crisis política.
¿POR QUÉ QUIEREN DESTITUIR AL PRESIDENTE DE PERÚ?
La destitución de Martín Vizcarra está basada en la difusión de tres audios realizada el jueves por el legislador opositor Edgar Alarcón y en uno de ellos se escucha a Vizcarra planificar la defensa de dos funcionarias de su entorno para responder a una investigación del Congreso por la contratación de un conocido del presidente, llamado Richard Cisneros, quien fue contratado por el Estado entre 2018 y 2020 por 49.500 dólares.
El Congreso recibió la noche del jueves una propuesta de seis partidos políticos, entre los cuáles se encuentra el grupo de Alarcón, donde se acusa a Vizcarra de “faltar a la verdad y obstruir” las investigaciones, por lo que se pide iniciar un proceso de destitución del presidente por la causal de incapacidad moral, una cláusula constitucional vaga que puede tener múltiples interpretaciones, de acuerdo con diversos expertos constitucionalistas.
¿CUÁL ES EL MECANISMO QUE PODRÍA USAR EL CONGRESO PARA DESTITUIRLO?
Según las leyes de Perú, el viernes el Parlamento unicameral peruano conformado por 130 legisladores debatirá la admisión del procedimiento de destitución. Para eso se necesitan 52 votos.
Luego se tendrá que producir un debate que el Congreso fijó para el viernes 18 de septiembre y durante el procedimiento, el presidente o su abogado podrían intervenir durante una hora. Tras eso se votará si el mandatario permanece o es destituido, para lo cual son necesarios al menos 87 votos.
El Congreso está dominado por la oposición. Vizcarra es el único presidente en al menos 40 años que gobierna sin bancada parlamentaria.
¿QUÉ INTERESES ESTÁN EN JUEGO?
El presidente exigió a inicios de semana que el Congreso apruebe una reforma política clave que consiste en una ley que permitiría que los sentenciados no puedan postular.
La norma, cuyo plazo de aprobación vence a fines de septiembre, se convertiría en un golpe directo a la clase política tradicional donde varios miembros tienen condenas por corrupción o por no entregar pensiones de alimentos. También perjudicaría a posibles candidatos en zonas remotas ligadas al narcotráfico, la tala y la minería ilegal.
El nuevo reparto del poder político en Perú es cercano. En ocho meses Perú tendrá elecciones presidenciales y legislativas, mientras que en 2022 sostendrá comicios para gobernadores regionales y para las alcaldías en todo el país. De otro lado, el gobierno también se ha enfrentado a grupos de poder dueños de universidades privadas de baja calidad que al mismo tiempo dirigen partidos políticos que apoyan la destitución presidencial. A través de una agencia estatal educativa, el gobierno ha examinado las licencias de 96 universidades privadas y ha cerrado 47 por su baja calidad.
El presidente del Parlamento, el legislador opositor Manuel Merino, impulsó el trámite de destitución presidencial cuando permitió que los audios que han provocado la crisis fueran difundidos el jueves sin someterlos a ningún peritaje. Por su cargo, Merino sería el próximo presidente en caso de que Vizcarra sea destituido.
¿QUÉ CONSECUENCIAS TENDRÍA UNA DESTITUCIÓN DEL PRESIDENTE?
Los analistas concuerdan en que Perú ingresaría en una dura crisis política que se sumaría a la peor crisis sanitaria de la historia reciente a causa del nuevo coronavirus, que ha dejado más de 30.000 muertos y más de 710.000 infectados desde el 19 de marzo.
Pese a la pandemia, el mandatario mantiene una elevada popularidad de 65%, mientras el Parlamento posee apenas 32% de aceptación entre los peruanos, de acuerdo con los datos disponibles de julio de la encuesta nacional realizada por la firma Ipsos.
Las fuerzas armadas no se han pronunciado hasta el momento.
Perú afronta uno de los más sombríos panoramas económicos. De acuerdo con el Banco Mundial, el país caerá 12 puntos en su producto interno bruto, la tercera peor caída a nivel global.