México aprueba ley para usar a ejército en seguridad pública

AP
Washington Hispanic

l presidente Enrique Peña Nieto promulgó el jueves una controvertida ley que le otorga a las fuerzas armadas un marco legal para operar como policía en territorio mexicano pese a las objeciones de grupos defensores de los derechos humanos.

La Ley de Seguridad Interior fue aprobada por el Congreso la semana pasada y enviada a Peña Nieto para su promulgación. Entrará en vigor el viernes, luego de publicarse en el Diario Oficial de la Federación el jueves.

Peña Nieto dijo que es consciente de que la propuesta de ley es “especialmente sensible para la vida pública del país” y se abstendrá de decretar despliegues militares hasta que la Corte Suprema decida si es o no constitucional.

“Así la Suprema Corte de Justicia de la nación será el árbitro legitimado constitucionalmente para tomar una resolución definitiva. Pero ello no significa que dejará de haber intervención de la federación en materia de seguridad publica en auxilio de los estados que hoy lo necesitan”, afirmó.

En esencia, la ley regula las acciones policiales de las fuerzas armadas, que de hecho ya han estado realizando desde hace más de una década: allanamientos, operar retenes en las carreteras y perseguir y detener a sospechosos.

Le permite al presidente decretar emplazamientos militares de un año en ciertos estados donde hay “amenazas” a la seguridad nacional y la policía es incapaz de hacer frente a la violencia.

Pero el mandatario también podría conceder extensiones ilimitadas, lo que convertiría a las fuerzas armadas en una presencia permanente. Eso es lo que ha ocurrido desde hace más de una década en el estado de Tamaulipas, junto al Golfo de México.

Los defensores de la ley argumentan que las fuerzas armadas son necesarias para luchar contra los poderosos cárteles del narcotráfico, que la policía civil no ha logrado controlar. En general, se considera que las policías son superados en armamento por los delincuentes, y con frecuencia son corruptas o incluso están en contubernio con los narcotraficantes.

Los críticos dicen que la ley pasó rápidamente por el Congreso sin discutirse y no ofrece suficientes garantías en materia de derechos humanos. Además, consideran que les da pocos incentivos a los gobiernos locales para reclutar y entrenar a agentes honestos.

Aunque en general la población de México les tiene respeto a las fuerzas armadas, han sido acusadas de ejecutar y torturar a sospechosos.
Incluso oficiales militares han reconocido que el ejército no está entrenado ni diseñado para efectuar labores policiales.

Grupos defensores de los derechos humanos y personalidades del país como los actores Diego Luna y Gael García Bernal hicieron campaña en contra de la aprobación de la ley, y exhortaron a Peña Nieto a que la vetara.