Israel bombardea Gaza mientras crece su diferencia con EEUU
Israel bombardeó el jueves la Franja de Gaza, en momentos que esperaba en Jerusalén la visita de un alto cargo de la Casa Blanca y crece su disputa con Estados Unidos, que ha llamado a la moderación en su guerra contra Hamás.
La guerra, ya en su tercer mes, comenzó luego de los ataques del 7 de octubre del grupo islamista palestino Hamás contra Israel, que según las autoridades dejaron 1.200 muertos, en su mayoría civiles.
La respuesta israelí dejó a Gaza en ruinas, con más de 18.600 muertos, en su mayoría mujeres y niños, según el ministerio de Salud controlado por Hamás. Hay casas, carreteras, escuelas y hospitales en ruinas.
Según el ministerio, los bombardeos israelíes la mañana del jueves mataron al menos 19 personas en la Franja de Gaza.
En Cisjordania, que también ha tenido un repunte en la violencia desde el 7 de octubre, la Autoridad Palestina dijo que dos personas murieron en los ataques israelíes contra la ciudad de Yenín.
El presidente estadounidense, Joe Biden, cuyo gobierno ha dado miles de millones de dólares en ayuda militar a Israel, emitió el miércoles su más dura reprimenda hasta la fecha, al señalar que el «bombardeo indiscriminado» israelí contra Gaza debilita su apoyo internacional.
Pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, replicó que «continuaremos hasta el final (…) Nada nos detendrá. Iremos hasta el final, hasta la victoria».
Y el ministro de Relaciones Exteriores, Eli Cohen, sostuvo que la guerra contra Hamás seguirá «con o sin apoyo internacional».
El asesor de Seguridad Nacional de Biden, Jake Sullivan, debe llegar a Jerusalén para conversar con Netanyahu y su gabinete de guerra.
Sullivan declaró en un evento del diario Wall Street Journal, antes del viaje, que discutiría un calendario para terminar la guerra y urgirá a las autoridades israelíes «avanzar a una fase diferente de las operaciones de alta intensidad que vemos hoy día».
Netanyahu también admitió «desacuerdos» con Washington sobre cómo será administrada Gaza después del conflicto.
El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, declaró el miércoles que «cualquier discusión sobre Gaza o la causa palestina sin la presencia de Hamás o las facciones de resistencia será un engaño».
Sostuvo que Hamás está listo para conversaciones que lleven a un «camino político que asegure el derecho del pueblo palestino a un Estado independiente con Jerusalén como su capital».
– «Capítulo más oscuro» –
Además de la presión estadounidense, la Asamblea General de la ONU votó abrumadoramente esta semana a favor de un llamado no vinculante a un alto el fuego.
Washington no la apoyó, pero sí tuvo respaldo de Australia, Canadá y Nueva Zelanda, que dijeron en un comunicado que están «alarmados con la reducción del espacio seguro para los civiles en Gaza».
El jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, Philippe Lazzarini, indicó el miércoles que los gazatíes «enfrentan el capítulo más oscuro de su historia».
La ONU calcula que 1,9 millones de personas, de los 2,4 millones de habitantes de Gaza, han sido desplazadas y viven en tiendas improvisadas, mientras se agota el suministro de alimento, agua potable, medicinas y combustible.
Ameen Edwan contó que su familia acampó a la intemperie cerca del hospital Al Aqsa del centro de Gaza.
«Entraba agua de lluvia. No pudimos dormir. Buscamos coberturas de plástico pero no encontramos, así que usamos piedra y arena» para evitar la entrada de agua, narró.
La ciudad sureña de Rafah, cerca de la frontera con Egipto, se ha convertido en un gran campo de desplazados, con cientos de carpas levantadas con madera y plástico.
«Pasamos cinco días a la intemperie, y ahora la lluvia inundó la carpas», contó Bilal al Qassas, un poblador desplazado.
Ráfagas de viento sacudieron las frágiles estructuras, mientras las personas intentaban reforzarlas con plástico.
«¿A dónde migramos? Nuestra dignidad acabó?», lamentó Qassas.
La ONU ha advertido de la propagación de enfermedades como meningitis, ictericia e infecciones respiratorias.
El sistema hospitalario de Gaza está en ruinas, y las autoridades de Hamás afirman que se quedaron sin vacunas para los niños, advirtiendo de «repercusiones sanitarias catastróficas».
El ministerio agregó que las fuerzas israelíes dispararon contra torres del hospital Kamal Adwan en el norte de Gaza.
El ejército no se ha pronunciado, pero Israel acusó a Hamás de usar los hospitales, escuelas, mezquitas y su red de túneles bajo ellos como bases militares, algo que el movimiento niega.
– Soldados muertos –
El ejército israelí, en tanto, enfrenta crecientes presiones para reducir las muertes en sus filas y liberar a los rehenes en manos de Hamás.
Ha perdido 115 soldados, 10 de ellos el martes, su día más mortal desde que inició la operación terrestre el 27 de octubre.
En los ataques del 7 de octubre, Hamás tomó unos 240 rehenes, muchos de los cuales fueron liberados durante una tregua de una semana en noviembre, y otros han aparecido muertos.
La embajada israelí en Rumanía anunció el miércoles la muerte del rehén rumano-israelí Tal Haimi, de 41 años.