Hamás ve «cerca» un acuerdo para una tregua en Gaza y la liberación de rehenes
El líder de Hamás dijo el martes que estaban «cerca de alcanzar» un acuerdo para una tregua en la guerra contra Israel, lo que podría suponer también la liberación de decenas de rehenes tomados por el grupo palestino.
Los negociadores «nunca estuvieron tan cerca de un acuerdo», indicó por su parte el ministerio de Exteriores de Catar, que interviene como mediador para tratar liberar a los rehenes secuestrados en Israel por el grupo islamista en su mortífero ataque del 7 de octubre.
Las negociaciones llegaron a su «fase final», afirmó el portavoz ministerial Majed Al Ansari.
Horas antes, el líder de Hamás ya había indicado que el proceso se había acelerado.
«Estamos cerca de alcanzar un acuerdo sobre una tregua», declaró Ismail Haniyeh, en un mensaje publicado en Telegram.
Según fuentes de Hamás y de Yihad Islámica, otro grupo armado palestino, ambos movimientos aceptaron un acuerdo cuyos detalles deben ser anunciados por Catar y los mediadores. Israel no reaccionó de inmediato a estas declaraciones.
En su ataque del 7 de octubre contra el sur de Israel, los milicianos de Hamás mataron a 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unos 240 rehenes que fueron llevados a Gaza.
Israel, que prometió «aniquilar» a Hamás, respondió con bombardeos incesantes y operaciones terrestres en la Franja de Gaza que, según el Ministerio de Salud de este territorio controlado por el movimiento islamista, mataron a más de 13.300 personas, entre ellas miles de menores.
Catar, Egipto y Estados Unidos trabajan en un pacto para tratar de liberar a los rehenes tomados por Hamás a cambio de una tregua en la asediada y devastada Franja de Gaza.
El Comité Internacional de Cruz Roja asegura no participar en estas conversaciones, pero su presidenta, Mirjana Spoljaric, se reunió el lunes en Catar con Haniyeh para «avanzar en cuestiones humanitarias vinculadas al conflicto armado en Israel y en Gaza».
«Nunca hemos estado tan cerca» de un acuerdo, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby. «Estamos confiados. Pero resta trabajo por hacer».
En la misma línea, se expresó el presidente Joe Biden a la pregunta de si el acuerdo estaba cerca. «Creo que sí», dijo cruzando los dedos.
– «Tregua humanitaria de cinco días» –
Dos fuentes conocedoras de estas negociaciones explicaron a la AFP que el acuerdo tentativo se basa en la liberación de entre «50 y 100» rehenes a cambio de la excarcelación de 300 presos palestinos en Israel, entre ellos niños y mujeres.
El intercambio se realizaría a un ritmo de «10» rehenes israelíes diarios contra «30» prisioneros palestinos y también conllevaría la entrada de comida, asistencia médica y carburante a Gaza y una «tregua humanitaria de cinco días».
La ONU, que hace semanas que reclama un alto el fuego por motivos humanitarios, estima que la guerra desplazó a casi 1,7 de los 2,4 millones de habitantes de Gaza, sometida también desde el 9 de octubre a un «asedio total» por parte de Israel, que bloquea los suministros de comida, agua, electricidad y medicinas.
Una verdadera «tragedia» sanitaria se perfila en el enclave advirtió el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). «Tenemos una grave escasez de agua. Las heces cubren las zonas densamente pobladas. Hay una escasez inaceptable de letrinas», según la institución.
Según las dos fuentes cercanas a la negociación, uno de los puntos de desacuerdo es la liberación de rehenes militares.
Hamás se opone a ella, pero Israel defiende el concepto del «reagrupamiento familiar», es decir, que si un civil es liberado, los miembros de su familia también deben serlo aunque estén en el ejército.
La suerte de estos rehenes es una cuestión apremiante para el gobierno israelí de Benjamin Netanyahu y su «gabinete de guerra», que se reunió el lunes con familiares de las personas secuestradas.
«Recuperar nuestros rehenes es una tarea sagrada y suprema y a ella me comprometo», publicó Netanyahu en la red social X tras este encuentro.
– Hospital atacado –
En la madrugada del martes, las tropas israelíes «continuaban combatiendo» en el norte de la Franja de Gaza, la zona más castigada por la guerra, donde bloques enteros quedaron reducidos a cenizas.
Fuentes palestinas mencionaban tensiones alrededor del Hospital Indonesio, blanco en la víspera de un ataque israelí que, según Hamás, mató a 12 personas.
El movimiento islamista acusa a Israel de desplegar «una guerra contra los hospitales» en Gaza, cuyo sector norte apenas dispone de centros médicos operativos.
Las autoridades israelíes argumentan que Hamás emplea estos centros con fines militares y usa a los civiles como «escudos humanos», algo que el movimiento palestino desmiente.
Según fuentes hospitalarias locales, más de un centenar de heridos fueron trasladados desde este hospital hacia el complejo Nasser en Jan Yunis, en el sur de la Franja.
El lunes, 28 bebés prematuros evacuados a lo largo del fin de semana del hospital Al Shifa, asaltado el 15 de noviembre por el ejército israelí, fueron trasladados también a Egipto, anunció la Organización Mundial de la Salud. De la treintena de recién nacidos que tenían que ser extraídos del hospital, dos murieron poco antes de la evacuación.
En otro frente, cuatro civiles, dos de ellos periodistas, murieron el martes en bombardeos israelíes en el sur del Líbano, según la prensa libanesa.
Desde el inicio de la guerra en Gaza, hay cruces de disparos en la frontera entre el ejército israelí y Hezbolá, aliado de Hamás y apoyado por Irán.