El Senado brasileño aprueba reforma laboral tras protesta

Washington Hispanic

AP

l Senado aprobó la noche del martes una impopular reforma a las leyes laborales de Brasil, un movimiento crucial para que el asediado presidente Michel Temer demuestre que cuenta con respaldo político mientras intenta sobrevivir a una acusación de corrupción.

Los senadores opositores intentaron bloquear la votación con una protesta en el estrado del presidente de la cámara alta, pero la sesión se reinició después de una demora de seis horas y, en una votación en la lectura inicial de la medida, el organismo sufragó a favor 50-26. El plan forma parte de un programa presentado por Temer, que afirma que reactivará a la economía.

Después de varias horas de debate, el Senado rechazó cualquier cambio a la ley, que ya había sido aprobada en la cámara baja, y la medida pasó al presidente para su firma.

“Esta es una victoria para Brasil en la lucha contra el desempleo y en la construcción de una economía más productiva”, afirmó en un tuit un triunfal Temer, que propuso la reforma laboral.

La medida forma parte de un programa promovido por el mandatario que dice es necesario para impulsar la economía de Brasil, la cual se encuentra en un profundo bache. La ley permitiría que los acuerdos negociados entre empleadores y trabajadores sobre diversos asuntos se antepongan a las leyes actuales, y también facilitaría la contratación de trabajadores temporales, incluso por períodos largos.

Otro proyecto de ley que Temer está promoviendo pondría un tope al gasto gubernamental y haría que el sistema de pensiones sea menos costoso.

Aunque la mayoría de los senadores respaldaron el proyecto de reforma laboral, los aliados del presidente no tomaron la oportunidad durante la sesión para hablar a favor de relajar las reglas laborales y otros cambios que se presentan en la reforma que, de acuerdo a las encuestas, es sumamente impopular entre los brasileños.

“El pueblo brasileño sabe que esta reforma no traerá empleos”, dijo Humberto Costa, líder del Partido de los Trabajadores, de oposición.

Horas antes, senadores rebeldes ocuparon la mesa del presidente del Senado, Eunicio Oliveira, e impidieron que él y algunos de sus aliados se sentaran en sus escaños.

En respuesta, Oliveira ordenó que se cortara la electricidad y los micrófonos, y pospuso la sesión, lo que derivó en horas de negociaciones a puertas cerradas mientras los opositores permanecían en la cámara con su protesta.

Luego de seis horas y desde una silla más pequeña, Oliveira reinició la sesión a pesar de que tenía que dirigirse a gritos a sus colegas, y pronto los senadores rebeldes pusieron fin a su estrategia dilatoria.

El incidente subraya la enorme división política en Brasil durante los últimos meses, en los que la popularidad de Temer se ha desplomado y las acusaciones de corrupción en su contra han envalentonado a opositores que creen que nunca debió asumir el poder. Temer llegó a la presidencia el año pasado después de que su predecesora Dilma Rousseff fuera destituida.

Dado que Temer resultó electo sólo como vicepresidente en los últimos comicios, muchos brasileños han rechazado sus esfuerzos de lograr la aprobación de una serie de impopulares medidas económicas.

Los aliados del presidente esperan que el triunfo de la ley laboral le dé un espaldarazo antes de que la Cámara de Diputados vote para decidir si lo suspenderá y llevará a juicio por corrupción. Aún no se programa dicha votación.

Si dos tercios de los diputados votan en contra de Temer, el presidente de la cámara baja, Rodrigo Maia, asumiría el poder hasta que la Corte Suprema de Brasil destituya permanentemente al mandatario o lo declare inocente.

El fiscal general acusó a Temer de aceptar sobornos de un ejecutivo de una empacadora de carnes a cambio de ayudar a la empresa a obtener decisiones favorables del gobierno. El mandatario niega haber cometido delito alguno.