El huracán Fiona azota las caribeñas Islas Turcas y Caicos
El huracán Fiona azotó el pequeño territorio británico de Islas Turcas y Caicos con una fuerza de categoría 3 el martes por la mañana, después de devastar Puerto Rico, donde la mayoría de la gente continuaba sin electricidad ni agua potable, y los socorristas utilizaban equipo pesado para trasladar a los sobrevivientes a lugar seguro.
El ojo del huracán pasó el martes en la mañana cerca de la isla Gran Turca, la capital del pequeño territorio caribeño británico, después de que el gobierno se vio obligado a imponer un toque de queda y pidió a la gente que huyera de las zonas propensas a inundaciones.
La marejada ciclónica podría aumentar los niveles de las aguas en la zona entre 1,5 y 2,40 metros arriba de lo normal, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
“Fiona definitivamente nos ha vapuleado en las últimas horas, y todavía no salimos de lo peor”, dijo Akierra Missick, ministro de planeación física y desarrollo de infraestructura.
El martes en la noche, el centro de la tormenta se ubicaba a unos 120 kilómetros (75 millas) al norte de la isla Caicos Norte, con vientos huracanados que se extendían hasta 45 kilómetros (30 millas) de su vórtice.
“Las tormentas son impredecibles”, afirmó el primer ministro de Turcas y Caicos, Washington Misick, en un comunicado desde Londres, donde asistió al funeral de la reina Isabel II. “Por lo tanto, deben tomar todas las precauciones para garantizar su seguridad”. Misick tenía previsto regresar el jueves.
Fiona tenía vientos máximos sostenidos de 205 km/h (125 mph) y se se desplazaba hacia el norte-noroeste a 13 km/h (8 mph), de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, que dijo que es probable que el meteoro se fortalezca aún más hasta convertirse en un huracán de categoría 4 el viernes, a medida que se acerca a las Bermudas.
Sin embargo, se pronosticó que se debilitará antes de llegar al extremo oriental de Canadá durante el fin de semana.
Los aguaceros continuaban azotando el martes partes de Puerto Rico, donde los sonidos de la gente que raspaba, barría y rociaba sus casas se escuchaban en las zonas rurales a medida que las inundaciones comenzaban a bajar.
En la localidad montañesa de Cayey, en el centro, donde el río Plato se desbordó y un torrente café sumergió casas y coches, vestidores, camas y grandes refigeradores estaban esparcidos el martes en los patios de la gente.
La tormenta seguía dejando lluvias abundantes el martes sobre República Dominicana. En Puerto Rico, un hombre de 58 años murió tras verse arrastrado por un río en la localidad central de montaña de Comerío, según la policía.
Se reportó otra muerte, asociada a un apagón causado por el meteoro. Un hombre de 70 años murió quemado cuando intentaba llenar el generador de gasolina mientras estaba en marcha, según las autoridades.
Partes de la isla habían recibido más de 64 centímetros (25 pulgadas) de lluvia y seguía cayendo más el martes.
El general de brigada de la Guardia Nacional Narciso Cruz describió la inundación resultante como histórica. Dijo que hubo comunidades que se inundaron con la tormenta que no se inundaron con el huracán María, que en 2017 causó casi 3.000 muertes.
Cruz dijo que 670 personas fueron rescatadas en Puerto Rico, entre ellas 19 personas en una casa de ancianos en el pueblo de Cayey, en las montañas del norte, que estaba en peligro de derrumbarse.
Algunas personas fueron rescatadas mediante kayaks y botes. Incluso varias tuvieron que acomodarse dentro de la enorme pala de una excavadora para poder ser llevados a una zona más alta.
Cruz lamentó que algunas personas se negaran a salir de sus casas, pero agregó que los entendía.
El impacto de Fiona fue más devastador para Puerto Rico debido a que aún no se ha recuperado del paso del huracán María, que también destruyó la red eléctrica. Cinco años después, más de 3.000 hogares de la isla siguen teniendo lonas azules como techo.
Las autoridades dijeron el lunes que al menos 2.300 personas y unas 250 mascotas seguían en refugios en diferentes lugares de la isla.
Fiona cortó el suministro eléctrico al golpear el domingo el extremo suroeste de Puerto Rico, en el aniversario del huracán Hugo, que llegó a la isla en 1989 como tormenta de categoría 3.
Para el martes por la mañana, las autoridades dijeron haber restaurado el suministro a más de 286.000 usuarios, en una isla con 1,47 millones de clientes de la red.
El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, advirtió que podrían pasar varios días antes de que tos tengan electricidad. Pierluci solicitó el martes una declaraqción de desastre y señaló que pasará al menos una semana para que las autoridades calculen los daños causados por Fiona.
Más de 837.000 clientes, dos terceras partes del total de la isla, se quedaron sin agua corriente debido a aguas turbias en las plantas de filtración o por la falta de luz, afirmaron funcionarios.