Denuncian nuevos cargos contra una periodista ruso-estadounidense detenida en Rusia
El medio Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL), empleador de la periodista ruso-estadounidense Alsu Kurmasheva detenida en Rusia, denunció el martes nuevos cargos contra ella, una información publicada por medios rusos.
La periodista está acusada de difundir «informaciones falsas» sobre el ejército ruso, según los medios Baza y Tatar Inform, un crimen castigado con pena de cárcel.
En concreto, se apunta a su participación en la publicación el año pasado de un libro titulado «Decir no a la guerra, 40 historias de rusos opuestos a la invasión rusa de Ucrania».
Kurmasheva se encuentra detenida desde octubre, por otro caso en el que se le acusa de haber violado la ley sobre los agentes del extranjero.
Multitud de personas anónimas, periodistas, opositores y activistas son procesados por este motivo en Rusia, donde las autoridades lideran una campaña de represión contra voces críticas a la invasión de Ucrania.
«Condenamos firmemente la decisión de las autoridades rusas, parece, de iniciar acciones suplementarias contra Alsu», declaró Jeffrey Gedmin, presidente interino de RFE/RL, medio financiado por Estados Unidos con sede en Praga (República Checa).
«El periodismo no es un crimen. Es hora de que esta persecución cruel cese», añadió.
Alsu Kurmasheva se encuentra detenida desde octubre en Rusia por no haberse registrado como «agente del extranjero».
Esta figura, que recuerda al calificativo soviético de «enemigo del pueblo», impone a las personas o entidades en cuestión una serie de obligaciones administrativas y un pesado control financiero.
Su detención en el marco de este caso expira el 5 de febrero, pero puede ser prolongada.
La periodista, que reside normalmente en Praga con su marido y sus dos hijas adolescentes, viajó a Rusia por una «urgencia familiar» el 20 de mayo, pero no pudo salir ya que sus pasaportes estadounidense y ruso fueron confiscados.
Kurmasheva es la segunda periodista con nacionalidad estadounidense detenida en Rusia en 2023, tras el arresto en marzo de Evan Gershkovich, corresponsal del Wall Street Journal.
Gershkovich está acusado de espionaje, crimen castigado con 20 años de prisión.