Construcción de muro complica relación entre Perú y Ecuador

Washington Hispanic

AP

a construcción de un muro en la frontera binacional de Perú y Ecuador podría complicar las relaciones diplomáticas entre ambos países.

La cancillería peruana llamó el lunes “en consulta” a su embajador en Quito debido a la obra. Lima solicitó el mes pasado que la construcción se paralizara, pero Ecuador ignoró la petición. En términos diplomáticos, “el llamado en consulta” se entiende como un momento de crisis en las relaciones entre dos países.

La cancillería peruana dijo en un comunicado que el retorno en consulta del embajador peruano Hugo Otero se ha tomado teniendo en consideración que el Gobierno del Ecuador ha construido un muro como parte del denominado Parque Lineal en la franja derecha del Canal Internacional de Zarumilla, a pesar de los pedidos formulados por el Perú para que interrumpir la obra.

Según la cancillería peruana la construcción es un «incumplimiento del numeral 21 del Acuerdo de Bases, que es parte de los Acuerdos de Brasilia de 1998, mediante el cual el Ecuador se obligó a dejar una franja de 10 metros al lado derecho del Canal para que ambos países pudieran realizar su mantenimiento y limpieza».

Desde Quito, la cancillería de Ecuador, dijo que “lamenta la decisión del gobierno del Perú de llamar en consultas a su embajador en Quito, fundamentando tal decisión en la negativa a paralizar una obra que ejecuta en su territorio”. Asimismo, destacó que reitera su disposición de mantener una reunión esta semana, a nivel de Cancilleres, para abordar éste y otros temas pendientes respecto a las obligaciones que tienen ambos países en el canal de Zarumilla al tiempo de recordar que tal pedido de reunión fue formulado desde la semana pasada “sin respuesta por parte del Perú”.

Perú y Ecuador se enfrentaron en un conflicto armado en 1995 que llevó a un acuerdo de paz en 1998, luego de lo cual las relaciones bilaterales han sido fructíferas y constructivas.

Según el gobierno ecuatoriano, el muro de concreto de casi cuatro metros de altura, ubicado en el cantón fronterizo de Huaquillas, forma parte de la construcción de un parque lineal que tendrá ciclo vías, áreas verdes, obras hidrosanitarias y electrificación.

La zona es aprovechada por años para el paso de contrabando de combustible y otros productos que alimentan al crimen organizado en Perú. Según autoridades locales, al menos unas 15 bandas criminales traspasan a diario combustible al territorio peruano donde el precio hasta se triplica. Según datos oficiales disponibles de 2014, la policía peruana incautó ese año más de 39.000 galones de combustible.