Condena histórica contra policías por asesinato de juvenil Barracas Central en Argentina
Tres policías fueron condenados a cadena perpetua por el asesinato de un futbolista de las divisiones juveniles de Barracas Central en Argentina y la tentativa de homicidio de tres de los compañeros del jugador, a quienes interceptaron y dispararon en la calle al confundirlos con delincuentes cuando regresaban de una práctica en noviembre de 2021.
Un tribunal oral de Buenos Aires dictó el martes la máxima pena contra los agentes Gabriel Isassi, Juan José López y Fabián Nieva por el delito de “homicidio quíntuplemente agravado” al ser cometido con arma de fuego, con alevosía, con odio racial, en concurso premeditado de dos o más personas y abusando de sus funciones como fuerzas de seguridad contra Lucas González de 17 años, según el veredicto.
Los miembros de la policía capitalina también fueron condenados por la tentativa de homicidio de los jóvenes Joaquín Zúñiga, Julián Salas y Niven Huanca, compañeros de equipo de la víctima.
En noviembre de 2021, los cuatro jóvenes terminaron de entrenar en el club Barracas, ubicado en la zona sur de la capital, y abordaron el automóvil de uno de ellos para regresar a sus casas. En el camino, fueron interceptados por un auto sin identificación con policías abordo.
Según la investigación, González y sus amigos no se detuvieron porque temían que los asaltaran. Allí los agentes comenzaron a disparar e hirieron a González, quien murió al otro día en el hospital. El resto de los jóvenes fueron detenidos en un instituto de menores y liberados al día siguiente.
La justicia comprobó además que los policías alteraron la escena del crimen al plantar un arma para justificar que actuaron en defensa propia.
En el mismo juicio, otros seis agentes recibieron penas de tres a ocho años de prisión por encubrimiento, privación ilegítima de la libertad y torturas.
“Encuentro los motivos en los prejuicios… Los vieron salir de un asentamiento precario (barriada pobre), salir vestidos de una determinada forma, con un color de piel que quizás a alguno de los policías no le gustó, manejando un auto siendo jóvenes. Se convencieron de que los chicos eran delincuentes y que debían morir”, dijo en su alegato el fiscal Guillermo Pérez de la Fuente. “Con esos prejuicios actuaron, con prejuicios de clase, de edad, de vestimenta”.
Barracas, club ubicado en el barrio con el mismo nombre, se encuentra rodeado de varias villas miserias.
El abogado de los padres de la víctima, Gregorio Dalbón, calificó el fallo como “histórico” para casos de violencia institucional, conocidos como de “gatillo fácil» en Argentina.
“Nunca en la jurisprudencia argentina existió un fallo de violencia institucional con racismo, por odio racial”, destacó el letrado, quien adelantó que la causa continuará luego que el tribunal ordenó investigar la actuación del jefe de la policía de Buenos Aires, Gabriel Berard.
Barracas Central, que actúa en la liga argentina, celebró en un comunicado que “los asesinos de Lucas recibieron el castigo merecido por quitarle la vida a un chico que simplemente salía de entrenar a pocas cuadras de nuestro club”.