Carlos III llega a Samoa antes de la cumbre de la Commonwealth
El rey Carlos III llegó el miércoles a Samoa para participar en su primera cumbre de la Commonwealth como monarca, con la esperanza de impulsar el bloque que muchos ven como un «resto del imperio».
Carlos llegó a la capital costera de Apia, a mitad del camino entre Nueva Zelanda y Hawái, después de seis días en Australia, con una agenda reducida tras ser diagnosticado con cáncer meses atrás.
La reunión bienal de la Commonwealth (Mancomunidad de Naciones) integrada por 56 países, en su mayoría excolonias británicas, congregará a unos 3.000 delegados.
Se trata de la primera vez que la cumbre se celebra en un país del Pacífico, y será una oportunidad «extraordinaria» para mostrar esta región, comentó a la AFP la secretaria general de la Mancomunidad, Patricia Scotland.
Patricia Scotland espera que la cumbre «consolide» a la Commonwealth «mientras analizamos lo que para muchos es un futuro muy difícil y complejo».
«Tenemos dos opciones globalmente. Podemos nadar juntos o nos podemos ahogar separados», señaló Scotland.
El cambio climático y el aumento del nivel del mar debe tener una presencia destacada en la agenda del bloque.
Esa «amenaza existencial» está perfectamente ilustrada por los países del Pacífico, según Scotland.
El Pacífico sur, antes visto como un paraíso de playas y palmeras, es ahora uno de los sectores del planeta más amenazados por el calentamiento global.
Alrededor de 70% de la población de Samoa vive en áreas costeras bajas.
Algunos críticos cuestionan la relevancia de la Mancomunidad de Naciones en una era poscolonial, y la califican como «un resabio del imperio», aunque Scotland asegura que esto está lejos de ser cierto.
El rey Carlos, líder de la Mancomunidad, afirmó el lunes en Canberra que el bloque desempeña un «papel significativo» en el escenario mundial.
«Posee la diversidad para entender los problemas mundiales y el enorme poder intelectual y determinación para formular soluciones prácticas», aseguró.
La cumbre también brinda a los países la oportunidad de reunirse sin «la ansiedad o la competencia geoestratégica», señaló Tess Newton Cain, del Instituto Asia de la Universidad Griffith.
«No hay duda de que la tensión y la competencia entre Estados Unidos y China se refleja en los países de la Mancomunidad», comentó.
«Imagino que habrá algo de alivio con el hecho de que Estados Unidos y China no estén allí haciendo alardes de poder», acotó.