Balsa con bandera estadounidense captada a plena vista frente a costas de La Habana

Los espectadores se rascaron la cabeza ante una escena peculiar frente a la costa de La Habana el lunes: la guardia costera de Cuba interceptó a casi una docena de pasajeros de una balsa azul hecha a mano con una bandera estadounidense pintada a lo largo de la proa.

Las balsas hechas a mano no son nada fuera de lo común en Cuba, donde innumerables barcos parten en un intento de llegar a las costas de Florida. Crecientes oleadas de migrantes han abandonado la isla caribeña en el último año por tierra, aire y mar, un éxodo alimentado por una compleja combinación de crisis cada vez más profundas y agravantes en Cuba .

Muchos de estos migrantes, a menudo denominados balseros, suelen partir en balsas desde lugares remotos de la isla, envueltos en la oscuridad para evitar ser interceptados.

El lunes, The Associated Press, en medio de un grupo de periodistas que luchaban por descifrar lo que estaba sucediendo, vio cómo sacaban a los pasajeros de la balsa a plena luz del día, a menos de 500 metros de la Embajada de Estados Unidos, justo al lado del icónico malecón de la ciudad.

Luego, la guardia costera arrastró la embarcación, los periodistas corriendo detrás, a lo largo del Malecón y hacia un puerto mientras un espectador de habla hispana gritaba «¡Déjenlos irse!» Muchos más espectadores cubanos parecían confundidos.

El Centro Internacional de Prensa de Cuba reconoció en un mensaje de texto que el hecho había ocurrido pero dijo que no podía dar más detalles.

El acceso básico a la información es raro y la realidad puede doblegar la imaginación en Cuba. Pero el incidente ocurrió en un momento notable.

El mes pasado, el gobierno negó enérgicamente haber causado la muerte de siete personas , incluida una niña de dos años, cuando su guardia costera chocó con el bote de un grupo de migrantes que viajaban de noche, más lejos de la costa. Algunos sobrevivientes acusaron al gobierno de embestir repetidamente el barco.

La mayoría de los emigrantes buscan ingresar a Estados Unidos a través de la frontera entre Estados Unidos y México, donde los cubanos fueron detenidos casi 221 000 veces este año fiscal, un aumento del 471 % con respecto al año anterior, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.

Esa migración, combinada con la reapertura de visas estadounidenses y servicios consulares en la isla, ha acelerado las conversaciones entre los dos gobiernos, que comparten una relación históricamente tensa.

El último se produjo este fin de semana, cuando tres congresistas demócratas visitantes se reunieron con el presidente cubano Miguel Díaz-Canel y otros líderes cubanos. Los legisladores abandonaron la isla el lunes, dijeron funcionarios estadounidenses a la AP.

Las autoridades estadounidenses también señalaron que la migración fue uno de los temas discutidos.