Romper el ciclo de la pobreza es el objetivo de Edu-Futuro

Víctor Caycho
Washinton Hispanic

El estudiante no solo debe terminar la escuela secundaria sino también la universidad, “para encontrar un trabajo mejor remunerado con el que logre finalmente romper el ciclo de la pobreza”. Así lo señala Jorge Figueredo, nacido en Bogotá, Colombia, director ejecutivo de Edu-Futuro, una organización que se alista para celebrar sus 20 años de fundación, en octubre. Graduado en Biología en la Universidad Javeriana de su país, Figueredo llegó a Estados Unidos en 1995, donde se graduó en Legislación Pública, por la Universidad de Maryland, y en Banca, por la Escuela de Banqueros de la Universidad de Virginia. Aquí explica las razones del éxito de los estudiantes de Edu-Futuro, un 96 por ciento de los cuales ya ingresó a la universidad.

WASHINGTON HISPANIC: Han pasado 20 años desde que nació lo que hoy es Edu-Futuro. ¿Cómo fueron esos inicios?
JORGE FIGUEREDO: Empezó como Escuela Bolivia, un programa para niños estudiantes de Arlington y enfocado en que no pierdan el uso del lenguaje español. Pasaron los años, hasta que por fin ganó su primer contrato. Después pudo contratar su primer director ejecutivo. Yo soy el cuarto director de Edu-Futuro.

W.H.: ¿Cuál es el balance de su gestión?
J.F.: Llegué en el año 2015, cuando la organización tenía un presupuesto de 350 mil dólares. El 30 de junio terminamos el actual año fiscal con un millón de dólares de presupuesto. Es decir, hemos triplicado el trabajo. Esta organización comunitaria tenía 17 años cuando llegué. Desde entonces ha sido una labor muy fuerte a lo largo de tres años.

W.H.: ¿Cuál ha sido su enfoque para Edu-Futuro?
J.F.: Expandir los programas, que originalmente estaban en el condado de Arlington y ahora también llegan al condado de Fairfax. Anteriormente el programa consistía en clases de español para niños entre pre-kinder y sexto grado en una escuela de Arlington. Gracias al mayor presupuesto, actualmente desarrollamos otros programas que van desde el pre-kinder hasta el duodécimo grado, y también para padres, en muchas escuelas.

W.H.: ¿Qué beneficios trae fortalecer el español en un país donde la gran mayoría habla inglés?
J.F.: Tiene mucha importancia. Profesionalmente hablando, cuando los estudiantes terminan la universidad, si hablan y escriben en los dos idiomas están siendo más competitivos y pueden ganar un mayor salario que los que hablan y escriben en un solo idioma.

W.H.: ¿Los estudiantes de Edu-Futuro son sólo latinos?
J.F.: No. Ya estamos sirviendo a un grupo muy diverso. Si bien el 77% de la población estudiantil que está en nuestros programas es latino, también hay 6% de afroamericanos o africanos, 8% de asiáticos, 6% de caucásicos y 2% multirraciales. En cuanto a nuestra población latina, los cinco grupos más numerosos provienen de El Salvador, Bolivia, Perú, Guatemala y Honduras, en ese orden.

W.H.: ¿Hay otros programas que se han puesto en marcha?
J.F.: Hemos creado múltiples programas. Las clases de enriquecimiento de la lengua se dan los sábados. Además, en las vacaciones estudiantiles tenemos el campamento de verano para español intensivo. Luego a los muchachos entre el sexto y el octavo grados les enseñamos a armar robots. Aprenden a programar, a meterle el chip y así el robot hace todo lo que les ordenan. Así desarrollan habilidades que de otra manera no tendrían.

W.H.: ¿Cómo ayudan a los estudiantes de grados superiores?
J.F.: Cuando llegan al octavo grado tenemos un taller de introducción a la High School, donde les hablamos de lo que deben esperar cuando vayan a la secundaria. Y cuando terminan el octavo grado, es decir la Middle School, e ingresan al noveno, entran al Programa de Líderes Emergentes (ELP, por sus siglas en inglés).

W.H.: ¿En qué consiste esta iniciativa?
J.F.: Es la época en la que tienen 15 o 16 años y piensan que ya pueden tener su primer trabajo. Entonces les enseñamos a escribir un résume y a tener una presencia en las redes sociales pero más profesional. También los orientamos a hacer trabajo comunitario.

W.H.: ¿Les incentivan para no abandonar los estudios?
J.F.: Desde el noveno grado les estamos diciendo que se pongan las pilas, de lo importante que significa sacar buenas notas y que si lo logran van a poder ir a la universidad. Empezamos a derribar una cantidad de mitos. Uno de ellos, por ejemplo –y allí involucramos a los padres-, es que estudiar a nivel de postsecundaria es muy importante. Porque si sólo tienen un título de la secundaria eso les va a limitar muchísimo y no les va a abrir puertas. Pero si van a la universidad y sacan un grado de Asociado o siguen una carrera de cuatro años y obtienen una certificación, su salario y su capacidad laboral van a crecer.

W.H.: ¿Qué sucede con los que terminan estas clases?
J.F.: A los graduados se les va a permitir que cuando lleguen al duodécimo grado entren al Programa Líderes Emergentes-Parte 2. Como es el año en el que tienen que aplicar para la universidad, abrimos un concurso donde los que resultan seleccionados tendrán un mentor por un año entero, que es alguno de los miembros de nuestro staff. Él les va a ayudar en el proceso de aplicación para la universidad y en la búsqueda de becas y asistencia financiera. Ese es uno de los programas en los que nos sentimos muy orgullosos, porque la mayoría de los estudiantes que entraron a este programa, un 96%, consiguen entrar a la universidad.

W.H.: En la lista de servicios de Edu-Futuro también se observa varios dirigidos a los padres. ¿De qué se trata?
J.F.: Lo que hemos hecho es crear una serie de programas para los jóvenes y sus padres. Porque no se puede tener una familia exitosa ni un estudiante exitoso si los padres no están también involucrados. En el 2015 teníamos un programa llamado ‘Participa en la Educación’, una de las iniciativas bandera de Edu-futuro de esa época. Después creamos los programas Reunificación de Familias y Fortaleciendo Familias. Ayudamos a los papás a conseguir mejores trabajos y a mejorar su habilidad con alguna certificación.

W.H.: ¿Cuál es la próxima meta de Edu-Futuro?
J.F.: Quiero hacer un anuncio: la junta acaba de aprobar el Programa de Líderes Emergentes-Parte 3. Estoy trabajando con la Universidad George Mason y con la Northern Virginia Community College, en busca de fondos para que Edu-Futuro tenga consejeros que ayuden a los muchachos una vez que lleguen a la universidad y podamos seguir sus estudios por los próximos cuatro años. La meta es que se gradúen exitosamente e incluso que consigan su primer trabajo.

W.H.: Buscan que los estudiantes triunfen en la vida, ¿no es así?
J.F.: Si uno se pone a pensar, precisamente en ese momento también hemos roto el ciclo de la pobreza. Porque estamos hablando de familias que están ganando, entre todos, de 30 mil a 40 mil dólares al año. Y si su hijo logra salir de la universidad y en su primer trabajo alcanza a ganar ese mismo monto o un poco más, ya logramos romper ese ciclo, porque ahora una sola persona estará ganando lo que toda la familia hace junta.

W.H.: ¿A qué atribuye el éxito de Edu-Futuro?
J.F.: Se debe al esfuerzo conjunto de nuestro equipo de trabajo, conformado por la junta directiva, el director ejecutivo, el personal de Edu-Futuro, los miembros de nuestro programa de AmeriCorps y más de 200 voluntarios que trabajan incansablemente para prestar servicios de educación, liderazgo para padres y estudiantes, capacitación profesional y servicios sociales directos a las familias latinoamericanas e inmigrantes que servimos cada año.

CÓMO INSCRIBIRSE EN LOS PROGRAMAS

• Todos los programas que van desde el sexto al décimo segundo grado son gratuitos.
• Lo único que deben hacer es ir a la página web de Edu-Futuro y cuando se abre ‘Convocatorias’, pueden registrarse por vía electrónica.
• También pueden llamar por teléfono y se los registra en las clases.
• Además, cuando se acerca una nueva sesión, dentro de las mismas escuelas hay oficinas donde también pueden ir y registrarse.