Mujer emprendedora logra su objetivo
l director de Lufthansa, compañía matriz de la aerolínea Germanwings, expresó estar anonadado tras enterarse de que el copiloto del avión que se estrelló el martes 23 en los Alpes franceses causando la muerte de 150 personas provocó el desastre a propósito e indicó que desconocía los motivos de éste.
Pero el camino no fue fácil para esta peruana radicada en los Estados Unidos desde el año 2000. Con muchas ganas de surgir y con poco dominio del inglés, Adela se encargó de diseñar su futuro, aunque a veces no estuviera segura de que anduviese por el camino correcto.
“Por más de tres años estuve sumida en una depresión. No conocía a mucha gente y todo era completamente diferente a como eran las cosas en mi país”, dijo Adela, quien tenía su propio negocio de venta de ropa de niños y estudiaba textilería en el Perú.
Con el tiempo empezó a salir más de su casa en Reisterstown, Maryland, al norte de la ciudad de Baltimore, y fue así como supo cuál era su meta.
Con sus profesores repitió incansablemente los principales términos de cosmetología, siempre buscando la perfección
Quería ser cosmetóloga. “Un día vi a las mujeres saliendo de un lugar bien bonitas y arregladas; yo también quería verme así”, contó. Cuando averiguó con un amigo que hablaba inglés que ese lugar era una escuela de cosmetología, dijo que quería entrar.
Ese sería el primero de muchos ‘no’ que Adela se encontró en su camino, pero en vez de tomarlo a mal, se motivó a inscribirse en un curso intensivo de verano. Después de tres meses regresó y aunque su inglés no era perfecto, logró que la admitieran, completó todo el curso y se graduó.
Mientras trabajaba en una galera llena de electrodomésticos y administraba un negocio de limpieza que fundó con una compañera, dividía su tiempo para ejercer su pasión, cortando el cabello y haciendo tratamientos estéticos en la casa de sus clientes.
Preguntando y preguntando fue que Adela conoció sobre el Centro Latino para el Desarrollo Económico (LEDC, en inglés), quienes le ayudaron a mejorar su crédito y a aplicar estrategias para promover su negocio.
Pero cuando menos se lo esperaba, se encontró con la oportunidad de abrir su salón de belleza y no lo pensó dos veces. “Le comenté a las personas de LEDC y me ayudaron a lograr mi sueño”, contó Adela con alegría.
Actualmente Adela atiende en su nuevo salón a sus clientes que una vez visitó a sus casas. “Infórmense, no se encierren y dejen el miedo, porque de las caídas también se aprende” aconsejó.
Sus clientes la pueden visitar a la 5 Main Street, en Reisterstown, Maryland.
Jossmar Castillo, Washington Hispanic